- Por Jorge Torres Romero
- Columnista
El escándalo de la filtración del contenido de los mensajes del diputado Eulalio “Lalo” Gomes deja al descubierto un secreto a voces: la podredumbre del sistema judicial en nuestro país. “El paciente está agonizando, no podemos esperar el milagro”, dice al respecto el abogado constitucionalista y exsenador Marcelo Duarte al mostrarse partidario de aprovechar este momento para plantear una reforma de la Constitución Nacional.
Duarte asegura que ya transcurrió el tiempo suficiente como para revisar la Constitución Nacional que fue redactada en un momento histórico completamente distinto a la actualidad ya que veníamos de una larga dictadura y la experiencia nos ha demostrado que no es un mecanismo perfecto como se creía; es más, estamos muy lejos del objetivo deseado originalmente por los constituyentes.
Ayer fue Óscar González Daher, hoy Orlando Arévalo y si no se cambia el sistema la corrupción seguirá, por lo que amerita replantear la composición del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM). “Definitivamente el actual mecanismo cumplió con su misión y es momento de cambiarlo, el mecanismo actual no es el más feliz, cumplió su ciclo”, afirma el constitucionalista.
Por primera vez, en 36 años de democracia existe un pleno consenso entre todos los sectores de una cuestión: el JEM no funciona. Este sistema expone a las tentaciones y ofertas que se producen en el camino y la situación se volvió incontrolable y no pasa solamente por las personas que la componen sino por la falta de control que existe por el procedimiento de los juzgados de fiscales y jueces.
Pero también hay que separar los tantos para avanzar. La defensa de Arévalo en el ámbito procesal tendrá todos los argumentos para exponerlos, partiendo incluso de la ilegalidad en la obtención de las filtraciones, pero en el ámbito político, ante la evidencia de lo publicado, el diputado finalmente presentó su renuncia y fue clave el pedido que le hicieron sus colegas y el comando político de Honor Colorado.
Ante la Justicia, con argumentos técnicos Arévalo podría pelear, pero ante la opinión pública, por las evidencias señaladas, Arévalo es culpable. La ciudadanía merece estos mensajes claros por parte de la clase política. El oficialismo colorado hizo lo que debía hacer, no intentó blindarlo como muchos creían que iba a suceder.
El mensaje es claro. Arévalo afuera, pero el debate sobre la reforma de la Constitución es fundamental. De lo contrario, todo quedará en el show hasta que salte un nuevo escándalo. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.