- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
“Una sola persona no hace primavera”, es una verdad irrefutable, si bien muchos aún en pleno siglo XXI, siguen apegados a las estructuras verticalistas del siglo pasado, en donde muchas organizaciones, a pesar de contar con pomposos organigramas, en la práctica eran entre 3 y 4 personas a lo sumo los que “cortaban el bacalao”.
Debemos concienciarnos de que una nación no se podrá desarrollar por obra y gracia de una sola persona, pues los paradigmas, la forma de pensar y de actuar de las organizaciones modernas y de avanzada, están orientados a llevar adelante los planes estratégicos en equipos cohesionados, donde sus integrantes sean escuchados y respetados y puedan intercambiar pareceres, opiniones y sugerencias, que les permitan llegar más fácilmente a los objetivos deseados.
En cualquier ámbito de nuestras vidas las acciones propuestas se hacen más sencillas, cuando la sociedad en su conjunto va en pos de los mismos objetivos institucionales, con personas convencidas de que los objetivos y metas cuali/cuantitativos que se proponen son posibles de alcanzar, cuando tengamos impregnado dentro de nuestro chip mental que trabajando en equipo los integrantes podrán aportar sus ideas y conocimientos, pues en la capacidad innovativa y creativa de las personas se concentran las claves del éxito, dentro de un mercado globalizado, en donde los cambios fluyen cada vez más rápido y habrá que acompañar.
Una de las características primarias de los equipos participativos de trabajo es hacer que sus integrantes se preocupen los unos por los otros. Aquellos a quienes les resulta difícil vincularse, tendrían problemas para construir. ¿Por qué?, porque nunca llegarían a ser una unidad cohesiva.
Con la reciente promulgación de la modificación de la Ley de Mipymes, se apuntaría a la formalización de unas 360.000 empresas, para que puedan ser mucho más competitivas y puedan tener acceso al sistema financiero formal, para acceder a facilidades crediticias destinadas a cubrir sus necesidades de capital operativo, incluido incentivos fiscales con lo cual su posición económica-financiera podría ser mucho más sostenible y sustentable en el tiempo, a lo que se estaría sumando un apoyo técnico-profesional en aspectos primarios que hacen al buen desarrollo de su gestión; es dable esperar que todos estos planes estratégicos de acción diseñados dentro del MIC, junto con los entes gremiales, los hagan trabajando en equipo, para que los resultados puedan visualizarse en el corto plazo.
Tengamos en cuenta que el cúmulo de conocimientos de nuestros emprendedores, salvo algunas de tamaño mediano que ya están más consolidadas en el mercado, distan de las de tamaño corporativo, por lo que no se trata simplemente de emprender y formalizarse, sino conocer las principales coordenadas y variables que conforman las principales áreas de éxito de estos negocios (formulación de presupuesto financiero, preparación de políticas de marketing, cuentas a cobrar y manejo de inventario, definición de mercados objetivos, cómo hacer la presentación de sus carpetas al sistema financiero para que sean sujeto de crédito, cómo poder crecer y expandirse segmentando sus mercados, entre otros, que son aspectos que el Viceministerio de Mipymes deberá sopesarlo correctamente, para que los objetivos que se proponen con esta ley puedan dar los resultados esperados, pues siguen siendo los mayores generadores de fuentes de trabajo dentro de nuestro mercado doméstico.
Nuestros emprendedores merecen todo el apoyo posible, pues uno de los caminos para que puedan crecer, expandir sus líneas de negocios y diversificarse, será trabajar formalmente, dado que hoy día en su gran mayoría se ven obligados a recurrir a créditos no regulados por el BCP, con tasas activas de los préstamos muy superiores, restándole rentabilidad y competitividad y nadie quiere sacrificarse en los negocios solo para empatar y mucho menos trabajar a pérdida.
El trabajo en equipo hace que sus miembros adopten posiciones proactivas como: 1) Hacen que las cosas sucedan; 2) Ven las oportunidades; 3) Añaden valor; 4) Atraen ganadores; 5) Capacitan a otras águilas para liderar; 6) Proveen ideas que ayudan a la organización; 7) Cumplen con sus palabras.