El presidente de la Asociación Paraguaya de Productores de Cerdo señaló que uno de los principales objetivos del sector para este 2025 es expandir sus mercados de colocación a otros países asiáticos, además de China-Taiwán, ya constituido en uno de los principales compradores, el cual, junto con nuestra producción avícola, que también ya tiene ganada decenas de mercados externos, esperemos que se constituyan en el corto plazo en uno de los sectores con mayor generación de flujos de divisas para nuestro país.
Los productores porcinos están confiados en que esta industria mostraría un crecimiento exponencial en los próximos años, tanto a nivel de mercado doméstico como de exportación, por lo que están enfocados en aumentar cada vez más el hato.
La intención primaria es la diversificación y expansión de los mercados de colocación en el exterior, abriéndose mejores perspectivas una vez que se llegue a homologar el acuerdo entre la UE y los países del Mercosur, pues como país productor de alimentos para el mundo, podremos acceder a países del viejo continente, caracterizados por un elevado poder adquisitivo.
Nuestra industria avícola no le va en zaga, ya que viene observando también un importante crecimiento cuali/cuantitativo, en donde una de las principales industrias locales ya tienen no menos de 40 mercados de colocación en el exterior.
Considerando lo mencionado precedentemente, nuestra industria deberá seguir teniendo de parte del Gobierno y del sector privado el mayor apoyo posible, puesto que a mayores niveles de producción, los ingresos se acrecentarán y también las posibilidades potenciales de mayores fuentes de mano de obra, dado que la característica de explotación de ambos sectores son las de granjas integradas, permitiendo que tanto la producción como los ingresos monetarios estén convenientemente atomizados.
Los niveles de demanda en el mercado internacional observan un sostenido crecimiento. Muchos pequeños productores están involucrados en ambos sectores, por lo que los procesos de formalización de las mipymes serían de mucho beneficio para que puedan ir creciendo y fortaleciendo su posición económica-financiera.
Todo lo que atañe a alimentos siempre será demandado, y más aún la carne porcina y la avícola, que cada vez mayor importancia tienen dentro de la escala nutricional de millones de personas.
El MAG, a través de sus técnicos, deberá trabajar estrechamente con los productores de ambos sectores, pues el efecto multiplicador dinámico que poseen se traduce en más cantidad de mano de obra y consecuentemente generación de mayores niveles de ingresos.
A modo de ejemplo, mencionemos que la reactivación de 100 pequeños establecimientos de 40 madres porcinas estarían generando 500 puestos de trabajo, dando subsistencia a unas 100 familias en el caso de ganado porcino, con una rentabilidad promedio no menor a G. 12 millones, sin contar el avícola que también tiene un sistema similar de explotación a nivel país.
Son sectores a los que el Gobierno debe dar continuidad a su apoyo técnico y crediticio, ya que demanda tenemos sobradamente con la cuasi plena seguridad de que irían incrementándose cada vez más en la medida en que nuevos mercados de colocación vayamos captando.
Las perspectivas de crecimiento, diversificación y expansión de nuestro país en diversos segmentos de negocios son muy buenos y no los debemos desaprovechar, puesto que otros países de la región también estarían con iguales objetivos de seguir creciendo hacia afuera, más aún en nuestro caso en que el mercado doméstico es estrecho, un poco más de 6,3 millones de habitantes vs. miles de millones de consumidores potenciales a nivel mundial.
La definición que dio el ministro de Agricultura hace algunos días señalando que estamos cambiando la producción del campo que por muchos años fue a nivel de subsistencia por el comercial es correcto y esperemos no “se suelte”, dado que todos estos sectores podrán ser a futuro uno de los principales actores del fortalecimiento de nuestra balanza comercial, además del sostenido crecimiento de nuestro desarrollo económico.