- Por Ricardo Rivas
- Corresponsal en Argentina
- X: @RtrivasRivas
El balcón de la Casa Rosada sobre la histórica Plaza de Mayo atrapa e iguala. Casi sin diferencias, mayoritariamente, los hombres y las mujeres que alguna vez transitaron ese antiguo fuerte construido en tiempos coloniales para la defensa de la que fuera Santa María de los Buenos Aires –devenido en sede del gobierno federal en la Argentina– se asoman a él. Javier Milei, no es la excepción. Con sus más cercanos colaboradores y afectos, como lo es la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, su hermana o, con ocasionales visitantes atrayentes el jefe de Estado se asoma.
La semana que pasó fue el turno de Martín Palermo, multiglorioso exnueve de Boca –ídolo supremo de Milei– y actual campeón del fútbol mayor en Paraguay en su condición de director técnico de Olimpia que llegó hasta allí acompañado de su hijo, guiado por Javier y Karina a quienes previamente les obsequiara camisetas del equipo que dirige y, para el jefe de Estado, la tradicional del xeneize argentino con la que convirtió 236 goles. Enfrente –en la plaza– solo un puñado de personas percibió lo que allí pasaba.
En otro orden y con la actividad burocrática a horas de detenerse hasta el 2 de enero próximo cuando las celebraciones anuales hayan quedado atrás, el señor Milei –de cara al inminente inicio de 2025– dijo a la revista Forbes que “el programa (económico que aplica) genera una inflación inducida de 2,5 % mensual” y adelantó que “en la medida que repitamos otro mes con inflación en torno al 2,5 % mensual (como se reportó en noviembre último), habilitará para que pasemos a bajar el crawling peg al 1 % y ahí vamos a tener una inflación objetivo de 1,5 %”, en los meses que vendrán.
“Si eso persiste –dice el mandatario– estaremos en condiciones de ir a la flotación limpia (del mercado cambiario), y si resolvemos el problema de stock del Banco Central (que se encuentra con las reservas que atesora en unos USD 10 mil millones negativas) y la base monetaria en el formato tradicional coincide con la base monetaria amplia, estaremos en condiciones de abrir el cepo” como lo demandan tanto los sectores productivos y exportadores locales como los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Javier Milei, considera que “se tienen que cumplir esas tres metas (señaladas precedentemente) para que podamos abrir el cepo sabiendo que no va a generar inestabilidad la demanda de dinero (porque) ya tenemos menos inflación que el mundo”.
Pese a ello, no todos los economistas y quienes entre ellos se dedican profesional o académicamente al análisis de la situación argentina opinan lo mismo que el jefe de Estado. De hecho, el académico de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Diego Giacomini, especialista en Economía y Ética, apoyándose en datos oficiales que divulga el Banco Central (BCRA), a través de su cuenta en X, @GiacoDiego, con mirada crítica, analiza el programa económico y sostiene que el " nivel de actividad (creció) 0,10 %”; que la “industria (cayó) 2,2 %”; que la “industria PYME (decreció) 11,8 %”; que la “construcción (decreció) 21,3 %”; que el “consumo masivo (mermó) 24,3 %”; mientras que las inversiones en “bonos (subió) 111,2 %”; el índice MERVAL (mercado de valores - aumentó) 81,4 %”; y que el “crédito bancos reales (se elevó) 81,4 %”.
El mandatario, además, reiteró que el año que en comenzará el pocas horas más profundizará el achicamiento del Estado con la aplicación de un programa que llama de “motosierra profunda” y adelantó que resta todavía ejecutar más de 3.000 reformas pendientes entre las que se encuentra la ley de trabajo, la eliminación del “90 % de los impuestos” e impulsar varias privatizaciones.
“Vamos a seguir quitando regulaciones. Este año subimos 70 puestos en libertad económica. Pasamos del lote de los peores 35 al medio. Y solamente aplicamos un cuarto de las reformas, todavía nos quedan 3.200 pendientes (que) las vamos a ir sacando en la medida en que nos permita el Congreso”, aseguró Milei.
Respecto de las leyes impositivas, el mandatario precisó que se van “a eliminar cerca del 90 % de los impuestos (pero aclaró que esas reformas) no (afectarán) la recaudación (porque la idea es) ir a un sistema que tenga no más de seis impuestos”.
“Hicimos un primer gran recorte (en las cuentas fiscales) y ahora vamos a las cosas más profundas, que no es solo desregular y quitar estas trabas, sino que implica una nueva reforma al Estado para achicarlo más todavía”, explicó Javier Milei y adelantó que el objetivo que se propone es el de “ampliar el mercado (laboral) de 6,5 millones a 14,5 millones de personas” porque de alcanzar esa meta “los números previsionales cambian de manera dramática en favor de que los jubilados (para que) tengan mejores jubilaciones”. Hasta el año que viene.