• Por Jorge Torres Romero
  • Columnista

La frase es del famoso conductor y periodista argentino Mario Pergolini, quien durante un programa que tuvo amplia repercusión en las redes sociales, afirmó que según estudios realizados sobre el comportamiento de la audiencia y los medios de comunicación tradicionales, a más del 60 % de la gente “no le importa si la noticia que está leyendo es cierta” y añadió que la agencia Reuters acaba de publicar un informe en el que dice que cada vez se les da menos importancia a las noticias y lo más revelador es que, “no importa si es verdad o no, si reafirma lo que querés pensar. En definitiva, la verdad dejó de ser importante”.

Recuerdo que, hasta hace unos años, en las redacciones de los diarios se hablaba de tener cuidado y no comprar un “pescado podrido” en alusión a no divulgar una información que no fuese suficientemente contrastada y verificada antes. Era la esencia del periodismo hasta que en febrero de 2007 se llegó al colmo de publicar en las páginas del diario Abc que: “Una enorme curiyú mató y devoró a un ribereño frente a su esposa, sus tres hijos menores y dos peones”. La noticia obviamente causó revuelo hasta que se pudo comprobar que fue un invento, cuando el pescador apareció vivo y con buena salud en la sede de la Fiscalía, saludando sonriente ante las cámaras.

En referencia a esta anécdota, el colega Andrés Colmán publicó luego en su columna que “una curiyú devoró la credibilidad de los periodistas”, afirmando que era “la comprobación de cuán superficialmente manejamos a veces un bien público esencial, como es la información y el grave daño que podemos cometer por no hacer bien nuestra tarea”.

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Lamentablemente, los periodistas del grupo AZ al parecer no aprendieron la lección y prueba de ello fue lo ocurrido con aquella información sobre el uso supuestamente irregular de un avión militar por parte de la Escuela de Paracaidismo Free Spirit en el que involucraron al hijo del expresidente Horacio Cartes. Todo con tal de golpear al líder del partido político del Gobierno y sobre todo, pretendiendo incidir en las grandes decisiones como siempre lo hicieron, sin importar a qué costo, con tal de favorecer sus propios intereses económicos.

Como decía Pergolini, cada vez les importa menos la verdad. Pero la gente no es tonta y ya sabe que no puede confiar en todo lo que se publica; prueba de ello fue el aplastante triunfo electoral que obtuvo la ANR en 2023; y, por si fuera poco, al cerrar este año, el presidente Santiago Peña mantiene una imagen positiva y ocupa el tercer puesto en el ranking de presidentes de Sudamérica según el estudio de CB Consultora Opinión Pública. Lo importante es que, pese a esta avalancha de mala onda que se quiere instalar desde los medios que perdieron el monopolio de la verdad, la ciudadanía mantiene una percepción positiva sobre la gestión del Ejecutivo. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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