Con la reciente modificación de la Ley 4457 de las mipymes es de esperar que podamos ir teniendo cada vez más empresas formalizadas, que les permitan acceder al sistema financiero formal con facilidades crediticias de corto y mediano plazo a tasas activas competitivas, que permitan que su gestión económica pueda mostrarse mucho más fortalecida en todos sus rubros (desde las ventas hasta la utilidad neta). Las proyecciones económicas preliminares apuntan a un crecimiento económico que oscilaría entre un 3,8 y 4 por ciento, lo cual no es para nada despreciable, teniendo en cuenta que estamos mejor situados que otros países de la región.

Una mención especial merece el sector industrial y manufacturero, que ha venido realizando un trabajo con mucha capacidad innovativa y creativa, lo que nos lleva hoy día ver en las góndolas de los supermercados muchísimos productos de industria local, cuando que en años anteriores eran los importados los que casi llenaban los anaqueles.

Y no solo dentro de este sector se pudo observar una buena performance, pues el de servicios (sistema financiero) también ha mostrado muy buenos números dentro de su gestión económica-financiera-patrimonial, lo que significa que nuestra economía está en creciente movimiento en diversos segmentos de negocios, positivo, ya que permite que nuestra microeconomía vaya mostrando un perfil más fortalecido que en años anteriores, y que ojalá evolucione mucho más, puesto que iría en beneficio de nuestra gente a través de la necesidad de contratación de mayor cantidad de mano de obra calificada y de nivel medio-bajo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Lo destacable es que el crecimiento de nuestra economía no se concentra en uno o dos rubros, sino que va diversificándose cada vez más en los diversos segmentos de negocios, lo cual es positivo, dado que muchos de ellos vienen creciendo hacia afuera, siendo lo ideal que vayamos cada vez más reemplazando productos en estado natural por los industrializados, con mayor valor agregado y precios más remunerativos.

Apuntemos a un crecimiento cada vez más cualificado, donde las pymes podrán jugar un rol importante, a través del apoyo económico, técnico, en capacitación y logístico que pueda recibir de parte de nuestras autoridades y que se puedan reflejar en crecientes niveles de facturaciones, costos y gastos operacionales controlados, apuntando a que el sector se muestre rentable, competitivo y con ganas de seguir creciendo.

Una mención especial merece nuestro mercado de capitales, que ha alcanzado este año un crecimiento exponencial, lo que nos habla de que cada vez tenemos en el mercado más empresas emisoras de bonos (renta fija y variable) e inversionistas con “apetito” de fortalecer sus reservas de capital.

No menos importante es el grado de inversión que nos ha asignado una de las empresas calificadoras de riesgos internacionales, lo cual fortalece nuestro riesgo-país, y que ojalá pueda redundar en la venida de más inversionistas extranjeros a nuestro país a radicar sus capitales en diversos rubros de negocios, que coadyuven a incrementar la demanda de mano de obra para esa población económicamente activa que está ávida de contar con una fuente de ingreso mensual.

Nada es imposible, pero eso, una vez que se promulgue la Ley del Servicio Civil debemos abocarnos con dedicación y pulcritud a la mejora sustancial de nuestro capital humano dentro de nuestra administración pública, que sigue constituyéndose en una de nuestras principales debilidades estructurales, y consecuentemente una potencial área crítica de riesgos para incrementar los niveles de inversiones, que redunden en beneficio directo macro y microeconomía.

Déjanos tus comentarios en Voiz