- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
Tenemos que orientar esfuerzos al achicamiento de nuestro Estado paquidérmico, que insume mes a mes millonarios montos en pago de sueldos y otros beneficios a los funcionarios públicos. (Una superpoblación de más de 350.000 para un país de apenitas un poco más de 6,1 millones de habitantes).
Se torna necesario y perentorio la sanción del proyecto de Ley de Modernización del Estado y del Servicio Civil dentro de los tres poderes, que contribuyan a una mejor calidad y racionalización de los gastos, eliminando todo lo superfluo que podrá ser orientado a sectores realmente prioritarios como salud pública, calidad educativa, seguridad y obras de infraestructura.
Estamos en pleno siglo XXI y es hora de que la burocracia imperante en casi todas las instituciones del Estado llegue a su fin, a través del uso intensivo de la tecnología y procesos digitales que permitan a la ciudadanía recibir el servicio que se merece, pues es la que sostiene con el pago de sus impuestos y otros tributos al Presupuesto General de la Nación (PGN).
El trabajo conjunto entre sector público y privado debe tener continuidad, ya que definitivamente si no nos disponemos a trabajar en equipo desalentando la autocracia y verticalismo organizacional seguiremos rezagados.
La Ley del Servicio Civil tendría que haberse sancionado antes del inicio del receso parlamentario, pero parecería que la burocracia y la politiquería harían de nuevo retrasarlo hasta el próximo año, perdiendo preciosos meses donde ya se podía empezar a delinear la modernización del Estado, y el reordenamiento del capital humano que apunten a la meritocracia, capacidad e idoneidad, eliminando la mediocridad que tanto daño nos sigue haciendo.
Ahora que se ha firmado el acuerdo entre la UE y el Mercosur es una buena oportunidad para que apuntemos a una mayor competitividad de nuestras industrias, aprovechando las ventajas arancelarias que ofrecerá el mismo, sumado al grado de inversión que ya lo tenemos de parte de una de las empresas calificadoras de riesgos internacionales incrementando el apetito de inversionistas extranjeros en nuestro país.
Urge el sustancial mejoramiento de nuestra calidad educativa dentro de los ciclos primario y medio, dando énfasis a las carreras técnicas, una salud pública de calidad que nos permitan disfrutar de los adelantos que se puedan ir dando en obras de infraestructura, puesto que sin salud y educación no podremos aspirar a un mayor desarrollo.
El achicamiento del Estado podrá permitir un mejor direccionamiento y racionalización de los gastos superfluos, enfocándonos a superar esta debilidad estructural que seguimos adoleciendo.
A nivel país contamos con más ministerios de lo que realmente precisamos, al igual que secretarías ejecutivas y subsecretarías que podrían ir fusionándose con otros entes para dar mayor eficiencia y eficacia a los flujos de procesos manteniendo solo el capital humano que lo merezca por aptitud y actitud.
Si un país como la Argentina, con 46 millones de habitantes, pudo disminuir la cantidad de ministerios a 8, eliminando secretarías y otros entes innecesarios desvinculando a mas de 30.000 funcionarios que no aportaban valor agregado alguno, por qué aquí no podríamos hacerlo en forma profesional y bien objetiva.
El Viceministerio de Capital Humano debe trabajar interinstitucionalmente para ello, dado que debemos concienciarnos de que el Estado no es entidad de beneficencia.
Tenemos sancionado y promulgado la Ley de Jubilaciones y Pensiones cuya regulación se hace muy necesaria. ¿Por qué hasta ahora no se ha puesto en marcha?
Si bien este 2024 ha sido positivo para el sector industrial, con un crecimiento estimado del 3,8 por ciento, un sector secundario empleando a más de 550.000 personas, equivalente al 32,1 por ciento del PIB, no quedemos de brazos cruzados, pues el 2025 podría ser mucho mejor, pero para eso tenemos que ser proactivos, trabajar en equipo y apuntar hacia adelante con visión de futuro.
Apuntemos a incrementar la capacidad productiva de nuestras industrias a nivel país, ya que junto con las pymes siguen siendo las mayores generadoras de fuentes de trabajo.