- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- Consultor financiero
- jzaratelazaro@gmail.com
La explotación agrícola a nivel país sigue dando buenos resultados a pesar de los factores incontrolables implícitos como el clima, permitiéndonos alcanzar casi todos los años positivos rendimientos promedios por Há en la producción de granos.
Un aspecto positivo sin duda, pero nuestra principal área crítica de riesgos sigue radicando en que seguimos muy concentrados en la exportación de granos en estado natural, productos commodities que siempre estarán sujetos a las volatilidades de precios en el mercado internacional.
Con el reciente acuerdo entre la UE-Mercosur, si bien falta aún la homologación por parte de los países integrantes del bloque, Paraguay tiene la obligación de apuntar con mayor fuerza a un proceso consistente de industrialización, teniendo en cuenta que el mercado europeo cuenta con una población de aproximada de 470 millones de habitantes, con elevados promedios de capacidad adquisitiva, y como productores de alimentos que somos podremos dar un salto cualitativo y cuantitativo importante a compradores del viejo continente, lo que estaría potenciando la capacidad instalada de producción de nuestras industrias, posibilidades de mayores ingresos en divisas y por ende la necesidad de contratación adicional de mano de obra para hacer frente a la demanda potencial creciente que se nos podría presentar a futuro.
Seamos lo suficientemente proactivos permitiendo que nuestras autoridades económicas y empresarios del sector privado de diversos segmentos de negocios puedan ir estructurando un trabajo coordinado y profesional con una promoción más intensiva de nuestros productos en Europa, para lo cual todas las embajadas a través de los encargados de negocios deberían trabajar duro para el logro de los objetivos y metas que puedan fortalecer mucho más nuestra macroeconomía y translativo a través del efecto multiplicador o derrame a nuestra necesitada microeconomía.
Dentro del sector de agribusiness se espera de nuevo para la próxima zafra sojera una cosecha a nivel nacional no inferior a las 10 millones de toneladas precisándose de una reingeniería en cuanto a la utilización de la materia prima, pues contamos con varias plantas industriales procesadoras de granos, con tecnología de punta, pero que lamentablemente siguen trabajando a capacidad productiva ociosa, encareciendo su estructura de costos y gastos operacionales y por ende sus niveles de rentabilidad.
El mercado europeo demanda siempre en mayor porcentaje productos industrializados, siendo una buena ocasión para darle mayor valor agregado a nuestros granos que nos permitan precios de ventas mucho más remunerativos, haciéndose necesario que cuenten cada año con el stock necesario de materia prima para trabajar a capacidad plena en función a los niveles potenciales de demanda a futuro.
Dentro de la cadena de valor a mayor volumen de productos industrializados, posibilidad de obtener mejores niveles de ingresos, fortaleciendo la gestión económica de nuestras industrias y aparejado con la posibilidad de una mayor contratación de mano de obra.
En la Región Occidental también se nos presenta un muy buen potencial productivo, como ya se viene dando con otros productos tradicionales como el maíz y, últimamente, con mucho auge y buenos rendimientos promedios en las superficies cultivadas de algodón en rama, que ha sido en la década de los 80 nuestro “producto estrella”, habiendo sido nuestra fibra una de las maá cotizadas por los industriales europeos por su calidad y que lo deberíamos recuperar.
Argentina sigue siendo nuestro principal comprador de soja en grano, absorbiendo más del 70 por ciento de lo exportado, mezclándolo con su producción local, elevando el nivel cualitativo para procesarlos en sus industrias aceiteras.
Lo mismo ocurre con Brasil, cuyo trigo lo convierten en harina para su consumo local.
Miremos para adelante y crezcamos más a través de productos industrializados con mayor valor añadido, ya que si seguimos manteniéndonos dentro de la franja de productos commodities, por más que tengamos buenas cosechas, estaremos sujetos y pendientes de las volatilidades de los precios por efecto directo de la ecuación de oferta-demanda a nivel mundial.