- Por Laura Ramos
- Directora del Club de Ejecutivos
En las últimas semanas se puede notar un incremento sostenido de la cotización del dólar con respecto al guaraní, llegando así a una acumulación anual del diez por ciento. Esto hace que muy pocos se beneficien al respecto y la gran mayoría de la población se vea perjudicada.
Esta depreciación de nuestra moneda se da porque nuestro país tiene una balanza comercial negativa. Sus importaciones exceden a sus exportaciones. Si analizamos que gran parte del comercio depende de las importaciones, incluidos los industriales en la producción nacional –ya que necesitan maquinarias e insumos para producir–, podemos concluir que todos los rubros se ven afectados enormemente por un aumento del tipo de cambio. Por lo tanto, este aumento en los costos de importación conlleva necesariamente al alza de precios, que se traduce a inflación.
Si nos ponemos a analizar las fuentes de este aumento sostenido en la devaluación del guaraní con respecto al dólar, podemos observar que no es una situación regional que estén sufriendo los países vecinos con respecto a sus propias monedas, sino un hecho interno en Paraguay. Por lo tanto, al aislar al Paraguay como origen del problema, cabe inferir que en los últimos tiempos se lo ha considerado como refugio de capitales por la inestabilidad de los otros países. Pero así también últimamente como fuente de dólares para ciudadanos de las naciones vecinas, a las cuales no les es fácil conseguir la moneda americana en su propio país.
Por esto se ha producido una fuga de dólares muy alta, generando una escasez interna en el mercado local paraguayo. Coyuntura que provoca una presión a la alza en el tipo de cambio. Además de esto, por distintos factores climáticos, las exportaciones han disminuido, lo cual alimenta aún más la disminución de divisas que ingresan a nuestro país.
Sería propicio poder regular la fuga de dólares a los países vecinos, ya que se están usando la estabilidad y libertad económica del Paraguay para cubrir deficiencias de otros gobiernos. Pero quienes se ven afectados son los propios ciudadanos paraguayos con aumentos en precios. Los comerciantes que apuestan por el país desarrollando industrias o brindando una mayor gama de productos a través de las importaciones se ven atados de manos. Ello, porque tienen que lidiar con productos terminados cada vez más caros en sus costos, por lo que no les queda de otra que trasladar esos aumentos al consumidor final. Esta situación también afecta al empleo, ya que al aumentar los precios seguramente las ventas se verán disminuidas. Y en consecuencia, las empresas tendrán que ajustar sus plantillas de personal.
Como podemos ver, es una cadena de factores a los cuales nos vemos afectados todos los sectores locales por problemas de gestiones de gobiernos vecinos. No obstante, nos urge regular para mantener nuestra economía blindada.