• Por César Palacios
  • Columnista

La llegada del programa Hambre Cero en las Escuelas a la comunidad indígena Sawhoyamaxa en el Chaco es un motivo de alegría y esperanza para cientos de niños y niñas. Este avance representa un paso firme hacia un futuro más inclusivo, donde las necesidades básicas de todos los ciudadanos son atendidas con dignidad y justicia.

La emoción de los líderes indígenas y los estudiantes de la Escuela Básica 6250, que ahora disfrutan de un almuerzo escolar, refleja el impacto positivo de esta iniciativa. Como bien señaló Eriberto Ayala, docente y líder sawhoyamaxa, el programa es un gran logro para la comunidad, marcando un momento importante en su desarrollo. Lo que para muchos es una rutina diaria, allí se celebra como un avance significativo, una victoria que muestra que el bienestar de los más vulnerables se está atendiendo.

El programa Hambre Cero, impulsado por la administración actual, tiene como objetivo erradicar la desnutrición infantil y fomentar la asistencia escolar. Al proporcionar una alimentación adecuada en las escuelas se mejora el rendimiento académico de los niños y niñas, y se sientan las bases para un futuro más prometedor. Cada comida que reciben es un paso más hacia el éxito educativo y el fortalecimiento de su salud.

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Además, la participación de los productores locales de la agricultura familiar campesina como proveedores de alimentos dinamiza la economía de las comunidades, creando un modelo de desarrollo inclusivo. Este enfoque, al mismo tiempo que mejora la calidad de vida de los estudiantes, también ayuda a aquellas familias que dependen de la producción agrícola, generando un impacto positivo en toda la región.

Con el anuncio de la ampliación del programa para el próximo año, que cubrirá todos los distritos del país, el Gobierno reafirma su compromiso de llegar a cada rincón del Paraguay. Este esfuerzo demuestra que un país más equitativo es posible, y que cada niño y niña puede acceder a las mismas oportunidades de crecimiento y aprendizaje, sin importar su lugar de origen.

La comunidad de Sawhoyamaxa hoy celebra un futuro más brillante, lleno de oportunidades, y este es solo el comienzo de un camino hacia un Paraguay más solidario y próspero para todos.

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