- Por Jorge Torres Romero
- Columnista
El escritor y analista político, el liberal Carlos Mateo Balmelli, expuso dos aspectos que considero trascendentes para avanzar en el fortalecimiento democrático y entender el fracaso de la oposición en procesos electorales, así como el lento avance de las grandes reformas que nuestro país necesita:
a) “NO HAY QUE TEMERLE A UN BUEN GOBIERNO”: Esta afirmación es clave. En estos 35 años de democracia, la clase política creyó que la única forma de construir capital político era denostando al gobierno de turno, esperando que sus administradores fracasaran para así exponer ese fracaso y con ello permitir al grupo crítico conquistar el poder.
Cuando este sector político llamado oposición conquistó el poder, tampoco hubo cambios radicales en la forma de ejercer el poder; y, del otro lado, el partido Colorado también construyó capital político sobre el fracaso de la oposición.
Entonces, esta línea de pensamiento a la hora de hacer oposición solo dilata los planes de quienes ejercen el poder, distrae de los focos centrales y los cinco años de gobierno pasan volando. Nos quedamos discutiendo y explicando los planes y proyectos, sin la oportunidad de concretarlos a cabalidad.
La oposición para hacer oposición no necesita oponerse a todo. Necesita proponer y discutir. En este sentido, la prensa también ocupa un rol preponderante. Los periodistas también deben cambiar ese pensamiento de tiempos de la dictadura, como recordó el presidente Santiago Peña, en la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la semana pasada: “En ocasiones siento que muchos medios de prensa paraguayos siguen aún atados a la lógica de la dictadura, en la cual lo único que cabía era la resistencia, la lucha, la oposición”.
Una buena prensa no es la que critica todo lo que hace el poder de turno; es la que también controla, denuncia, interpela, analiza y aporta elementos de discusión y evidencia de las carencias que el Estado debe responder.
b) “LA OPOSICIÓN DEBE PROPONER CANDIDATURAS PARA LA CIUDADANÍA, NO PARA SUS CÚPULAS”: Esta afirmación de Mateo Balmelli también debe provocar a la oposición que hoy está atomizada por los personalismos y caprichos de sus dirigentes. Este sector debe encontrar candidatos que seduzcan al electorado y no candidatos que gusten o agraden a las cúpulas nomás.
Dos aspectos claves, que si terminamos por digerir daríamos un paso gigantesco de madurez cívica. Nadie es tan malo como presentan algunos, ni tan buenos como se presentan los otros. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.