• Por el Prof. Diego Marconatto
  • Profesor del Máster y del Doctorado Profesional de la FDC, Brasil

El modelo de negocio de cada empresa tiene un impacto inmenso en su potencial de crecimiento y rentabilidad. El modelo de negocio es la forma en que su empresa crea, entrega y captura valor; en resumen, es la lógica central de cómo su emprendimiento genera ganancias.

Los modelos de negocio son muy diversos y sería quizás imposible listarlos todos. Independientemente de la raison d’être de cada uno, el hecho más obvio es que todo modelo de negocio se basa en la lógica empresarial más evidente: siempre hay un emprendimiento que produce y entrega productos o servicios para clientes que los compran.

Bueno... Por increíble que parezca, hay una excepción. Existe un modelo de negocio en el que el cliente produce y entrega, de forma gratuita, productos a una empresa. Hasta aquí, no hay grandes novedades, dado el ejemplo de las plataformas digitales que viven de recolectar y comercializar la información generada espontáneamente por el tráfico de sus usuarios. Lo inusual es el hecho de que, en este caso, el cliente compra el mismo producto que produjo gratuitamente para esa empresa. Aún más notable es la verdad de que, en muchos casos, este cliente llega a pagar a la empresa para producir estos productos de forma gratuita.

Solo para estar seguros de que la situación queda muy clara, estamos hablando de un modelo de negocio teóricamente imposible, donde los clientes de la empresa son, al mismo tiempo, proveedores no remunerados y clientes que pagan por el mismo producto que ellos producen gratuitamente para la empresa.

Estamos hablando de las grandes editoriales académicas. Nombres como Elsevier, Black & Wiley, Taylor & Francis, Springer Nature y SAGE controlan más del 50 % de este mercado, que genera más ingresos que toda la industria de la música a nivel mundial. Elsevier, la más grande de todas, presenta márgenes de beneficio cercanos al 40 %, un número superior al alcanzado por gigantes como Microsoft y Google.

El modelo de negocio de las editoriales académicas funciona de la siguiente manera. Investigadores de todo el mundo escriben sus trabajos, los cuales necesitan ser revisados por pares y publicados en revistas especializadas –naturalmente, de propiedad de las editoriales académicas– para tener reputación y validez científica. Ocurre que, para poder realizar sus investigaciones, los investigadores necesitan acceder a toda la base del conocimiento científico ya producido sobre su tema de investigación.

Como este conocimiento está contenido en las mismas revistas mencionadas, las instituciones donde los investigadores trabajan pagan (mucho) para ofrecerles el acceso digital que tanto necesitan. Así, se cierra el ciclo, que involucra a una multitud de profesionales trabajando gratis para las grandes editoriales. Este modelo de negocio funciona porque se sostiene sobre una arquitectura de incentivos extremadamente inteligente –y que no está libre de críticas (mira aquí).

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