• Por Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @RtrivasRivas

El consumo de encuestas crece en la Argentina. Especialmente en los más altos niveles de conducción del oficialismo de La Libertad Avanza (LLA), el partido que fundara el presidente Javier Milei el 16 de octubre de 2018.

Los resultados de esas compulsas permiten a los estrategas presidenciales afinar la gestión de gobierno en procura de consolidar la gobernabilidad cuando irremediablemente el almanaque indica que en pocos meses más estarán lanzadas las internas de cara a las elecciones de medio tiempo en 2025.

“Algunos datos –según fuentes gubernamentales seguras que exigen reserva sobre sus identidades– preocupan”. Entre ellos, aquellos que dan cuenta que es en los cordones urbanos pauperizados de la provincia de Buenos Aires, en los alrededores de la capital argentina, donde se verifican los mayores rechazos a la gestión del señor Milei. De hecho, en todas las mediciones en esas zonas el jefe de Estado se encuentra por debajo del peronismo en la consideración popular.

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La marcha del programa económico es una preocupación social relevante y el paso del tiempo desgasta. Según la consultora Giacobbe en el trabajo de investigación que divulgó en las últimas horas, el presidente Milei con 45,2 % de “imagen positiva” claramente ha decrecido en ese indicador que en marzo pasado estaba apenas por debajo del 60 %.

La segunda al mando, la vicepresidenta Victoria Villarruel, en el mismo nivel de positividad que el presidente, sin embargo, lo supera porque su “imagen negativa” se ubica en 36,1 % y la regular 17,1 % indicadores estos mucho más favorables que los del jefe de Estado. Sin embargo, no son estas las informaciones que más preocupan por cuanto “la opinión pública es muy dinámica”, explica un analista oficial.

En ese contexto las miradas se concentran en la marcha de la economía que, como valor más apreciado la administración Milei exhibe la sustancial baja en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) –la inflación– que desde poco más del 25 % en diciembre 2023 en julio último se instaló en torno del 4 %. Pero con eso no alcanza. Urge –como demanda social– el crecimiento que pareciera darse en microdosis y la recuperación de los salarios.

La mayor insatisfacción que revela un trabajo realizado por la consultora Zuban Córdoba, reporta que el 45 % de las personas consultadas “no llega a fin de mes” en tanto que 35 % respondió que “llega con lo justo”. La empresa Scentia, especializada en el relevamiento del consumo, por su parte informa que cuando promediaba el recién finalizado mes de agosto, la caída interanual del consumo en supermercados alcanza a 22,6 %. “Mucha gente no puede comprar ni siquiera lo que ahora está más barato”, sostiene uno de los investigadores que “para no tener problemas” pide no revelar su identidad.

Así las cosas, la angustia social se manifiesta también en la fuerte caída que la población percibe en las remuneraciones que reciben las personas jubiladas desde el desde el 10 de diciembre último, cuando comenzó la gestión del presidente Milei. A ello se añade –como problema– que el mandatario vetó en su totalidad una ley que fue sancionada por una mayoría calificada en el Parlamento para aumentar el monto de las jubilaciones 8,1 %, lo que no habrá de ocurrir por la decisión presidencial consignada.

El veto –que es una atribución constitucional del jefe de Estado– según un estudio realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es rechazado por el 58 % de la población en tanto que un 57 % considera que esa ley que no será promulgada ni aplicada por decisión presidencial “es correcta y necesaria”.

Las relaciones políticas se tensionan entre oficialistas y opositores e, incluso, entre las propias filas del partido de gobierno que, en el Poder Legislativo se ve en figurillas para imponer sus proyectos de gestión. De hecho, el presidente Milei en la semana que pasó se reunió con un nutrido grupo de dirigentes del oficialismo y de los bloques parlamentarios afines para intentar una mejora en las relaciones con los aliados para ordenar la agenda y alcanzar los objetivos que se propone.

Sucede que el presidente desde el Poder Ejecutivo gobierna plenamente legitimado por el resultado electoral de la segunda vuelta en la que triunfó con el 56 % de la voluntad popular, pero en el parlamento la articulación con otros bloques se desarrolla con el resultado negativo de la primera vuelta comicial en la que resultó perdedor porque sólo obtuvo el 29,99 % de los votos lo que ubica a LLA en minoría tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados. Claramente, su partido en soledad no puede.

Sin embargo, esos movimientos imprescindibles que ha tenido que encarar el presidente Javier Milei para encontrar acuerdos han generado fuertes críticas. De hecho, en el transcurso de una reunión entre veteranos parlamentarios de los cuales dos son peronistas, dos radicales y uno es liberal, en tono de broma, pero en reserva comentaron a La Nación que “el presidente ha logrado por lo menos dos reactivaciones” políticas.

“La de Cristina (Fernández, expresidenta 2007-2015 y exvicepresidenta 2019-2023) y la de Mauricio (Macri, expresidente 2015-2019) a quienes ha tenido que acercarse para resolver la agenda parlamentaria”, explicaron con sonrisas.

Sucede que con Macri por lo menos ha cenado en el último mes dos veces en la Residencia Presidencial de Olivos (RPO) para intentar acordar acciones legislativas conjuntas y -según trascendidos sólidos- con la señora de Kirchner ha tomado contacto a través de intermediarios para conseguir votos en el Senado de la Nación para que el juez federal Ariel Lijo se pueda integrar cuando finalice el presente año a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

¿Podrá ser que con Propuesta Republicana (PRO), el partido de Macri, el presidente Milei consiga constituir una coalición de Gobierno? Los informantes, descreyentes de quienes sacuden esa versión como posible, la negaron. “La historia desde 1983 nos enseña que las coaliciones electorales sólo permitieron constituir frágiles coaliciones parlamentarias, pero nunca esas alianzas consiguieron consolidarse para gobernar”. No es un dato menor.

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