• Por Felipe Goroso S.
  • Columnista Político

“Cabalgamos en todas direcciones. En pos de alegrías y negocios; pero siempre ladran detrás y ladran con fuerzas. Quisieran los gozques del establo acompañarnos todo el tiempo, pero el ruidoso sonido de sus ladridos solo demuestra que cabalgamos”. Ladrador, poema de Johann Wolfang von Goethe (1808). Esta es la más antigua constancia documental de la frase que incorpora el aforismo latino “Latrant et scitis estatin praetesquitantes estis " - Ladran y sabéis al momento que cabalgáis por delante de los demás. La muy famosa frase “Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos”, que se le asigna a Cervantes en “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, no aparece en ningún libro.

Para la mayoría de nosotros esta frase es quizá la más famosa de la obra cumbre de la hispanidad, citada por todos alguna vez en nuestras vidas. Es, por mucho, la frase favorita de varios políticos, ¿pero acaso esta frase tan famosa aparece en el Quijote? No.

Así funciona lo que hoy algunos nos presentan como posverdad, que no es más que una versión edulcorada, banalizada y acomodada de la mentira. Me encantaría poder decir con certeza y firmeza que no causa efectos en la población, sin embargo, hay cada vez más evidencias de que es tanta la persistencia con la que se sostienen algunas media verdades que terminan horadando la piedra. Los efectos se ven luego en datos de mediciones tanto locales como internacionales al respecto de la credibilidad y confianza de las instituciones, administraciones, autoridades y en la democracia misma.

En este punto es que la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, adquiere un papel protagónico del cual no puede ni debe apearse: lograr las condiciones, generar el ambiente y oportunidades con un fuerte apelativo al optimismo. Es determinante optimizar las competencias de la gestión y aumentar la eficiencia y rapidez en las respuestas.

Una gobernanza pública cuyos resultados permitan elevar la confianza en las instituciones públicas y satisfacción con los servicios que le son propios e inherentes al Estado: seguridad, salud y educación. Una política que mejore en su rendimiento, eficacia y profesionalismo, dejando de lado a shamanes vendehúmos.

Con mejor gestión se eleva la satisfacción hacia los servicios públicos prioritarios, se genera confianza mutua entre autoridades, instituciones y ciudadanía. Esto se traduce en la elevación de los niveles de cohesión social y sentido de pertenencia hacia gobiernos, representantes, la democracia y el sistema de partidos. Acuerdos y consensos políticos para impulsar el crecimiento de la economía de las familias. Este será el mejor cerrojo para impedir el avance de las aves de carroña que merodean buscando carcomer las bases mismas de nuestra paraguayidad.

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