Se cumplió un año de la actual administración, y sin embargo los avances en términos de gobernanza, a pesar de las buenas intenciones, han sido insuficientes.

El cúmulo de deuda que el IPS sigue manteniendo con las industrias farmacéuticas sigue acrecentándose (incluido intereses moratorios y punitorios), ascendiendo a aproximadamente USD 600 millones, lo cual aplicando un criterio innovativo y creativo, a esta altura ya se pudo haber encontrado una solución financiera paliativa.

La anterior administración ha sido ultradeficiente y desprolija, dejando “muchas herencias” que no son fáciles de revertirlas rápidamente, pero no podemos seguir “llorando eternamente” sobre la leche derramada.

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Doce meses han sido un lapso de tiempo más que suficiente que les pudo haber permitido a sus autoridades estructurar una solución al descalce financiero institucional.

Dicen que siguen trabajando intensamente, buscando alternativas, pero el tiempo transcurre inexorablemente y las deudas con proveedores aumentando cada vez más.

El problema financiero del IPS es coyuntural, por lo que habiendo instrumentos financieros disponibles como nuestro mercado de capitales, no hayan hecho uso de esta importante herramienta, emitiendo bonos en guaraníes de renta fija de largo plazo, con lo cual el nivel de endeudamiento con terceros ya pudo haber sido amortizado en un monto importante, junto a un flujo de fondos proyectado que debería ir recomponiéndose con lo que el IPS se supone estaría en condiciones económica-financiera de hacer frente al repago de capital e intereses devengados en los próximos 5 años.

Los asegurados con justa razón siguen clamando todos los días la falta de medicamentos para la atención de diversas patologías, pero ante la carencia en stock, se ven obligados a recurrir a sus propios peculios (los que pueden) para adquirirlos en farmacias del sector privado, quedando muchos con las ganas por carecer de capacidad de compra.

Celebraron que aproximadamente 30.000 funcionarios del sector privado se han formalizado ingresando como aportantes, pero surge la interrogante, si con menos asegurados no tienen la capacidad para atender en forma integral la salud de los mismos, el remedio podría ser “peor que la enfermedad”, al tener que hacer frente a un mayor universo.

Los recursos genuinos disponibles siguen siendo finitos o limitados vs. las ingentes necesidades que deben ser atendidas y cubiertas en tiempo y forma.

La de la reforma de su Carta Orgánica octogenaria a través de una nueva ley que les permitirán ampliar y diversificar el abanico de oferta de productos financieros y no financieros, no deberá tener vuelta atrás, sumado a la ingente necesidad de regularizar la situación de cientos de inmuebles carentes de títulos de propiedad ociosos y comercializables que generen fuentes de ingresos adicionales además de locatarios que siguen pagando alquileres irrisorios desde hace años por debajo a los valores reales de mercado, que permitan al IPS fortalecer su posición económica-financiera, dejando de tener que recurrir a sus reservas técnicas.

Queda mucho por hacer en una institución de complejidad importante, tornándose necesario contar con el capital humano capaz e idóneo que analicen y evalúen profesionalmente alternativas orientadas a una solución de fondo al cumulo de problemas financieros que enfrenta la entidad.

Sus directivos deberán “remangarse” y lograr la amortización del saldo pendiente actual de la deuda con los proveedores de medicamentos que se constituye en la espina dorsal del buen funcionamiento de los hospitales en todo el país.

Decir, trabajamos intensamente todos los días más de 12 horas no es suficiente y tampoco significa ser productivo. Con menos horas, pero diferenciando lo urgente de lo importante y trabajando en equipo y no en compartimentos estancos podrán lograr los objetivos y metas.

Estamos en pleno siglo XXI y lo profesional y técnico si bien se complementa con lo político, es mucho más importante para el buen gerenciamiento de esta institución, más aun por su carácter intrínseco donde está en manos de profesionales la vida de miles de asegurados (activos, jubilados y pensionados).

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