- Por Ariel Ruiz Díaz
- Consultor en comunicación inclusiva y accesibilidad
Durante años, la discapacidad fue una sombra que oscurecía mi vida. El miedo a lo desconocido, a las críticas y al fracaso me paralizaba. Cada nuevo desafío era como escalar una montaña sin cuerdas, con la incertidumbre como único compañero. Sin embargo, gracias a la oportunidad de liderar el equipo de comunicación del Congreso ION, descubrí una fuerza interior que nunca había imaginado.
Al frente del proyecto, me encontré rodeado de personas increíbles que creyeron en mí y me brindaron su apoyo incondicional. A pesar de los logros y reconocimientos, la lucha interna continuaba. La duda constante sobre mi valía y la presión de representar a toda una comunidad me llevaban al límite.
Fue durante un viaje al interior, en medio de conversaciones profundas y silencios nocturnos, cuando una frase resonó en mi mente: “El imprudente consigue cosas cuando el prudente se queda callado”. Estas palabras, pronunciadas por Nacho Calderón, conferencista español, me sacudieron hasta los cimientos. Me di cuenta de que estaba dejando pasar demasiadas oportunidades por miedo al fracaso.
La conferencia de Quererla es Crearla fue el catalizador que necesitaba. Al escuchar sus testimonios de discriminación, sentí una profunda conexión. En ese momento, decidí que ya no podía quedarme callado. Subí al escenario, con el corazón palpitando a mil por hora, y compartí mi propia historia. Al hablar sobre mis miedos, inseguridades y logros, me sentí liberado. Las lágrimas que brotaron de mis ojos no eran de debilidad, sino de una emoción contenida durante tiempo.
El ION 2024 fue más que un congreso; fue un viaje de autodescubrimiento. Me enseñó que la discapacidad no es una limitación, sino una oportunidad para crecer y conectar con los demás a un nivel más profundo. Gracias a este proceso, aprendí a valorar la importancia de la comunicación auténtica, de la vulnerabilidad y de la solidaridad.
Hoy, puedo decir con orgullo que superé muchos miedos y encontré mi voz. Mi mensaje a todas las personas con discapacidad y a quienes las rodean es simple: no se rindan. La inclusión es un camino que debemos construir juntos, derribando barreras y celebrando nuestras diferencias.