No es un discurso político de odio ni de venganza como quiere el expresidente Mario Abdo que la gente crea, son hechos objetivos irrefutables. Abdo vuelve a la política activa sin antes rendir cuentas por sus fechorías en el poder y las consecuencias nefastas para el país.
El expresidente distorsionó la realidad financiera en el Ministerio de Obras Públicas, acumuló deudas millonarias e intereses sin el respaldo necesario, todo con el fin de apurar las obras de infraestructura que no tenían financiamiento. Dejó millonarios clavos al Estado paraguayo y sus empresas gozaron de un pujante crecimiento, en plena pandemia.
Un informe de Fiscalización Especial Inmediata (FEI) realizado por la Contraloría al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) revela varias irregularidades durante el gobierno de Abdo, con respecto al manejo de las deudas con los contratistas, esto en medio del acelerado asfalto de las rutas. El escandaloso informe saca a la luz falencias en la administración de recursos durante la gestión de Arnoldo Wiens.
El informe revela que el MOPC no registró en su Pasivo Institucional la totalidad de los compromisos financieros con firmas contratistas al 31 de agosto de 2023. Esto representó una omisión de G. 2.421.347.689.812, aproximadamente USD 336.298.390, distorsionando la realidad de los estados financieros de la cartera ministerial y dificultando la exposición veraz de la situación contable, económica y patrimonial del ente. Esta práctica encubrió la verdadera magnitud de las obligaciones financieras del ministerio, creando una falsa impresión de solvencia.
Esto se traduce en un impresionante aumento de 2.799 % en las inversiones a largo plazo de una empresa ligada a Abdo y ha encendido las alarmas por presunto lavado de dinero. La injustificada suma de dinero depositada en bancos durante un solo año plantea serias dudas sobre el origen y la trazabilidad de estos fondos, lo que obliga a una investigación exhaustiva para determinar la legalidad de las operaciones financieras relacionadas a la venta de asfalto durante su periodo presidencial.
Un crecimiento exponencial de 70 veces más en la venta de asfalto desde que asumió el poder, las inconsistencias en los estados financieros y el misterioso destino de las utilidades registradas en las empresas ligadas al expresidente son los aspectos claves que, hasta el momento, estaban bajo la lupa de la Fiscalía y la Seprelad.
En un informe periodístico de “La caja negra” mostrábamos que todo esto se suma un dato extremadamente llamativo advertido por la administración tributaria consistente en el aumento considerable en la cuenta “Inversiones a largo plazo” durante el ejercicio 2023, observándose un incremento del 2.799 % en relación al año anterior.
De acuerdo al reporte oficial del ente fiscalizador, la empresa Aldia SA registra en una de sus cuentas de activo, un vertiginoso aumento de sus inversiones que pasan de G. 1.397.520.257 millones a G. 40.515.470.257 millones en un solo año. El dato, que hasta ahora había pasado desapercibido, plantea más dudas respecto al origen de los fondos “invertidos” por la empresa del exmandatario.
Las sospechas apuntan a que se habría introducido al sistema financiero, a través de Certificados de Depósito de Ahorro (CDA), en el lapso de un solo año, un monto equivalente a casi 28 veces más que el año anterior.
La pregunta que surge es la siguiente: ¿De dónde salieron los fondos depositados en esa cuenta de “inversiones a largo plazo” si casi toda la rentabilidad declarada por la empresa fue a parar a las “reservas operativas”? Si el dinero no proviene de las ganancias, ¿de dónde Marito sacó la plata? ¿En qué bancos se depositaron los fondos? ¿Hubo reporte de operación sospechosa por el aumento considerable en la cuenta?
Abdo debe responder esto ante la Justicia. Lo que queda claro es que mientras los paraguayos llorábamos a nuestros muertos en pandemia, Abdo se enriquecía. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.