- Por Claudio Acosta
- Director del Club de Ejecutivos
Hace unos días, Paraguay recibió el grado de inversión otorgado por la agencia internacional de riesgo Moody’s. Desde ya varios años el país estuvo trabajando en sus indicadores financieros y en su credibilidad económica para lograr esta categorización. Pero luego de celebrar la buena noticia me puse a pensar sobre sus posibles efectos sobre la innovación, tema que vengo compartiendo en las últimas columnas.
Una primera reflexión es que potencialmente Paraguay generará un mayor flujo de inversiones locales y del extranjero debido a mejores condiciones de financiamiento (confianza y seguridad). Y esto dará soporte a más y mejores inversiones en proyectos innovadores. La nueva posibilidad de financiamiento a tasas de interés más bajas hace que disminuya el costo del capital y habilita a las empresas a invertir más en investigación y desarrollo (I+D). Además, le abre la puerta a las startups (emprendimientos tecnológicos) locales para recibir inversiones de capital de riesgo con mayor fluidez y condiciones.
Por otro lado, al recibir nuevas inversiones, la competencia de mercado aumentará. Esto contribuirá a que las empresas busquen innovar en sus productos, servicios, procesos, modelos de negocio para mantenerse competitivas y diferenciarse, generando un círculo virtuoso de mejora continua.
Asimismo, un flujo de inversiones en aumento debería impactar también en el desarrollo de mayor infraestructura, sobre todo en comunicación, conectividad y tecnologías de la información, lo que abre la puerta a mejorar el escenario a la innovación, sobre todo de base tecnológica.
Y, por supuesto, un panorama de estabilidad económica consolidada y valorada por actores locales y globales siempre promueve mayor confianza, seguridad del dinero invertido a mediano y largo plazo, y predispone a expectativas positivas del retorno de las inversiones, entre otros. Todos estos elementos son indispensables para el afianzamiento de una cultura de innovación en el país.
Está claro que mejores condiciones de mercado no son suficientes para ser innovadores. También se requiere de líderes comprometidos y con las habilidades desarrolladas para llevar adelante este proceso.
Es importante contar con los recursos humanos preparados con los conocimientos necesarios y el mindset adecuado para consolidar esta potencial oportunidad hacia la innovación. Necesitamos que el sector privado, el sector público y el sector académico del Paraguay junten esfuerzos para lograrlo. Esta convergencia de estrategia y práctica es el camino para aprovechar aún más este nuevo escenario de grado de inversión en el país.