• Por Jorge Torres Romero
  • Columnista

Las injerencias cometidas por el mandadero de los EE. UU., obsesionado por las cámaras y los micrófonos de la prensa, ha generado un enorme perjuicio al Paraguay. No solo evidenció nuestra condición de país sometido por debilidad moral e institucional, sino que ha destruido los puestos de trabajo de miles de compatriotas. Lo más triste, son los nuevos legionarios que lo aplauden, ya sea por ignorancia, odio o resentimientos.

Algunos datos objetivos e irrefutables proporcionados por el ministro de Industria y Comercio revelan que el 31 de marzo de 2023 cuando declaran la sanción a Tabacalera del Este SA, medida ratificada la semana pasada, sin ninguna justificación objetiva, la industria sufrió una caída del 60 % en sus exportaciones y la consecuente pérdida de puestos de trabajo.

El ministro Javier Giménez expresó su preocupación por el impacto que está teniendo esta medida en nuestra industria. El sector sostiene 10.000 empleados de forma directa e indirecta. “Si a cada empleado se le calculan dos o tres hijos, se estima un universo de 30.000 personas que dependen del funcionamiento de la industria en general, sin considerar la cadena de valor”, enfatizó.

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Referente al nivel de exportación, el sector tabacalero pasó de USD 40 millones a USD 15 millones por año, es decir, el impacto medido en 12 meses ya alcanza un 60 % de disminución. Además, los registros muestran que existen 25 industrias formales inscriptas en el MIC, desde donde hicieron un relevamiento de datos y detectaron que se perdieron 850 puestos de trabajos luego de las sanciones injustificadas.

Lo que erróneamente la OFAC denomina “ayuda financiera a Horacio Cartes” es el pago que está realizando Tabesa a su exsocio por la compra de sus acciones dentro de la empresa. Cartes, sancionado el 26 de enero de 2023, se deshizo de Tabesa mediante la venta de las acciones que le pertenecían. El dinero que está recibiendo corresponde a esa operación y para el efecto no usa el “sistema financiero estadounidense”, sino se hace conforme a nuestras leyes (contrato compra-venta) y pagos en guaraníes.

Este atropello de los Estados Unidos al Paraguay, aliado estratégico en la geopolítica, se montó desde las instituciones manejadas por exfiscales (no colorados) reclutados por el gobierno corrupto de Mario Abdo Benítez, para deshacerse de su enemigo político. Sin embargo, el tiro le salió por la culata y el sector liderado por Cartes resultó más fortalecido que nunca. Sin embargo, la arbitrariedad por parte del país del norte, basados en informes oficiales fraguados y tergiversados siguen generando impactos negativos para el Paraguay.

Afortunadamente, el gobierno de Santiago Peña da señales de que a pesar de los vínculos estrechos entre ambas naciones, Paraguay es un país soberano, no vasallo. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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