No existe un caso parecido en nuestra historia económica en términos de semejante gran salto en menos de un año de ejercicio gubernamental. Inicialmente la meta era buscar alcanzar un aumento de 400 millones de dólares en más de un año, que fue sobrepasada. Si este ingreso extra positivo se hubiera dado en la administración abdista el coro de aleluyas de los progresistas estronistas hubiera sido bullicioso y con elogios desbordantes. Pero, como, lastimosamente, ocurre en el primer año de la presidencia actual, que no es para nada del agrado de muchos sectores y mucha gente, el éxito en la recaudación pasa casi como un accidente. Cuando lo correcto debería ser reconocer y valorar los millones de dólares más, con un aplauso comprometedor: usar bien el dinero y exigir la rendición de cuenta correspondiente.
“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
Qué más difícil para un gobierno conseguir un buen resultado y tener sobre su cabeza la responsabilidad con presión pública de tener que continuar sí o sí por la senda correcta, imponiéndose metas superiores con el desafío de cumplirlas. Es lo que se llama una reacción proactiva, positiva, cuidando a la gente, en su bienestar. Por encima de personalismos, las anteojeras ideológicas, políticas, partidarias y empresariales (medios de comunicación). Sabemos que la buena o mala recaudación de impuestos depende de muchos factores. Y es un análisis a realizar. Pero de ahí a poner en duda la calidad de la actual mayor recaudación de impuestos solo revela la mediocridad mental por una fusión ideológica y anti-Gobierno, que conspira contra la verdad, daña a la gente y perjudica al país. Los que así actúan se califican de “independientes”. En verdad son “subordinados”, incluso a sus propios prejuicios, mezquindades e ignorancias, compromisos de negocios y la búsqueda de fama y popularidad. La verdad es un accesorio.
En muchas economías a nivel mundial suele darse el fenómeno de un aumento fuerte en la recaudación de impuestos en un periodo determinado, no pocas veces de manera casi abrupta y descontinua. Pero lo positivo es en realidad negativo. ¿La razón? Por las causas artificiales y perjudiciales que conforman la base del incremento de ingresos impositivos que son fundamentales para el financiamiento del gasto del Gobierno. Y una de esas causas nada sanas es la inflación, es decir, el aumento de los precios de todo aquello que se incorpora en una canasta familiar de un hogar promedio en cuanto a sus gastos e ingresos. Técnicamente, tal medición se llama Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es un indicador general del nivel global de los precios de la economía contenidos de manera resumida en los bienes y servicios elegidos y tomados como referencia en la canasta familiar. Se podría decir que hay tantas canastas familiares como hogares que las consumen de manera distinta, en la práctica, todos tienen en realidad sus inflaciones propias, que necesariamente se resumen en una, porque de lo contrario no tendríamos un indicador común. Hecha esta digresión, señalemos que en lo que va del presente año tuvimos una inflación del 2,9 % (final diciembre 2023-final julio 2024), denominada inflación en el año, en siete meses, punta a punta. En términos de promedio enero-julio 2023/2024 la variación fue del 3,7 %. Finalmente, si tomamos el periodo de doce meses julio 2023/julio 2024, la inflación interanual fue del 4,4 %.
Tomando en cuenta el informe oficial de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) en julio de 2024 la recaudación subió 22,1 % con respecto a igual mes del año pasado, distribuidos en internos 20 % y aduaneros 25,4 %, expresada en guaraníes. Estamos hablando de 488 millones de dólares de ingreso mensual con un aumento de 88 millones de dólares (73 millones según otros cálculos), haciendo la conversión en la moneda norteamericana. Considerando la recaudación acumulada en siete meses de 2024 tuvimos un aumento del 23,5 %, distribuidos en internos 24,2 % y aduaneros 22,5 %. En términos del valor del dólar hubo una recaudación en enero-julio 2024 de 3.100 millones de dólares (3.114 millones de dólares en otra serie), con un aumento de 583 millones de dólares con respecto a igual período del año pasado. Desde el 15 de agosto de 2023 al 31 de julio de 2024, gestión del actual gobierno, la recaudación sumó 4.765 millones de dólares, con la consabida mejora de 720 millones de dólares respecto a la gestión del anterior gobierno en igual período. En 2023 la recaudación total y final fue de 4.361 millones de dólares. Y si tomamos como referencia la recaudación en doce meses móviles a julio el ingreso total y global fue de 4.935 millones de dólares, con un aumento de 669 millones de dólares. Básicamente las variaciones de lo recaudado, expresado en dólares, fueron de 17,5 %, 21 % y 15,7 %.
En mi opinión, y dando por sentado que hay mejor manejo institucional, fueron y son claves en la mejor recaudación de impuestos (uno de los puntos que apoyó el grado de inversión conseguido de la Moody’s): 1) el muy buen crecimiento económico de 2023 (4,7 %), que se transporta en términos de pagos de impuestos al presente año 2024 (en 2022 el crecimiento fue de 0,2 %), el efecto arrastre; 2) el actual mayor dinamismo de la actividad económica a lo inicialmente esperado, al punto que no pocos ya manejan un crecimiento de 4 %, con una mejor distribución en los sectores más dinamizadores como servicios e industria, sin olvidar el avance del consumo privado y público, que generan el pago de los impuestos; 3) la recuperación clave de las importaciones con respecto a años anteriores muy débiles, lo que explica el mejor comportamiento de las aduanas, con una participación de 38 % en la recaudación total; 4) la Argentina se nos encareció con la llegada de Milei y el contrabando perdió fuerza, por lo menos la muy superior que tenía antes, lo cual influenció en las mayores operaciones comerciales formales; y 5) no se debe descartar la expectativa económica más positiva de los que cocinan la torta económica.
En conclusión: hay factores positivos temporales o coyunturales, del momento, que explican la mejor recaudación de impuestos. Como los hay factores positivos permanentes o de duración más continua. En cualquier caso, mucho se hubiera desaprovechado e incluso perdido, sin una buena gestión de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT). No reconocerlo es de idiotas, inútiles. La verdad, si es verdad, es verdad. La media verdad es peor que la mentira. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.