• Por Antón Fontao-Saavedra
  • Movimiento Quererla es Crearla

Durante una semana vivimos algo alucinante e indescriptible. El congreso IÓN, que es un congreso de educación donde hay distintas charlas en las cuales se cuentan experiencias y se dan soluciones, nos abrió las puertas para demostrar todo lo que teníamos que contar.

Malena y yo representábamos a un grupo de estudiantes de España, y Nacho a otro de madres, algún padre y profesionales.

Haber pasado esos días en Paraguay fue vivir una experiencia única e increíble, y es que cuando me enteré de que iba a ir sabía que me lo iba a pasar bien, pero tanto como para que el viaje me dejara marcado… no me lo esperaba así para nada.

Aunque hubiera vivido experiencias buenísimas también relacionadas con ir con los “Estudiantes por la inclusión”, yendo a congresos de educación y recogiendo premios, pero no sé, esta es una experiencia distinta y única. Nunca vivimos unos días donde conviviéramos tanto, compartiendo habitación, comiendo en la misma mesa, viajando (hablando o durmiendo) en la misma furgoneta.

Todo eso y más lo vivimos con un grupo de Paraguay que ya estaba formado, y este grupo fue tan amable de acogernos, ser partícipes y con solo unos días formar una piña y un vínculo tan potente y especial, que siempre llevaremos a esa gente en el corazón (y es que todos ellos se ganaron un hueco en nuestro corazón) e hicieron que fuera un viaje de esos que te dejan huella y no se olvidan nunca. En resumen, que nos trataron con una amabilidad que nos fascinó.

Las jornadas también fueron geniales, empezando por los tres primeros días en el IÓN en Asunción con nuestras ponencias y con todos los adolescentes hablando para conocernos mejor y enseñándonos a Malena y a mí el lugar donde eran las jornadas de ese fin de semana, y todo sea dicho, era precioso aquel sitio.

Como ya dije, Malena y yo tuvimos nuestras ponencias. El primer día, a pesar de no dormir y al llegar pasar por el hotel solo para ducharnos, pues justo por eso no fue la ponencia donde más lúcidos estábamos (por lo menos yo), aunque creo que lo hicimos muy bien. Esos tres días y también durante el tour de después, no dábamos crédito al sentir el cariño de la gente con Malena y conmigo. Por no hablar del propio tour, que lo poco que nos faltaba por afianzar vínculos, lo acabamos de hacer allí.

Con el tour fuimos a varias ciudades de Paraguay donde también hicimos charlas y reuniones. Fueron días en que convivimos mucho y también si le añades que teníamos una cosa en común: nuestra gran lucha por la inclusión; por lo que creamos aún más si cabe ese grupo de gente que todos entre todos ocuparemos para siempre un hueco en el corazón de cada persona. Espero que este sea el primero de más encuentros donde el sentimiento de luchar por una inclusión real sea firme y contundente.

Dejanos tu comentario