• Por Miguel Ángel Gaspar
  • Paraguay Ciberseguro

Trato de no dejar que la rabia me nuble, estoy podrido de la innecesaria sobreexposición a internet a la que sometemos a nuestros niños. Tengo decenas de denuncias de colegios por el tema cámaras y celulares así que les voy a dedicar este espacio para crear cultura de datos.

Celulares: los smartphones no son para niños, no fueron diseñados para niños y siempre, en todo momento, tratan a los niños como adultos, en la recolección de sus datos, en el tratamiento de su información y en la estimulación a permanecer conectados.

Por más que las apps hablen de 6, 12, o 14 años, siempre hacen la salvedad de “o la edad legal donde el servicio sea utilizado”; es decir, 18 años para la mayoría de los países. Hacen esta salvedad para descargar responsabilidad hacia los padres por las exigencias legales en sus países de origen, pero nadie lee las condiciones de uso y las políticas de privacidad de los servicios que los chicos usan en internet.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

WhatsApp no es para niños, ¿de dónde sacaron que hay que hacer grupos de WhatsApp con niños para gestionar las tareas escolares? ¿Dónde el @MECpy ha sacado un lineamiento que avale tamaña barbaridad? @luisramirez_py, señor ministro, ¿su gestión obliga a que los niños administren sus tareas en grupos de WhatsApp?

Erradiquen WhatsApp de las escuelas, mejor insertemos ciberseguridad desde abajo, desde el prejardín, como un juego, antes de lanzar a los chicos a que a los 9 años experimenten con el sexting, a los 6 años tengan acceso a pornografía y a los 11 estén sobreexpuestos en TikTok, dejándolos en absoluto abandono digital.

Otra cosa: profesores y maestros, los niños no deberían ser sus contactos, no deberían estar en redes sociales de hecho, pero mucho menos ser sus contactos. TikTok no es para niños, Instagram no es para niños, Snapchat no es para niños, ¿qué falla en su amor de padres que los dejan solos ahí? ¿Cuáles son las excusas? “Los compañeritos tienen”, “relegan a mi hijo porque no tiene TikTok”, “no la invitan a los eventos porque no tiene WhatsApp”, todas estas excusas hablan de que metieron a sus hijos a un lugar nefasto, y quieren que se queden ahí, en lugar de buscar otras soluciones. Sobreprotegen a los chicos en el mundo físico y los abandonan en el mundo digital.

Cámaras: ¿Saben por qué los colegios insisten con las cámaras e incluso transgreden la ley y las buenas prácticas al poner reconocimiento facial en las aulas? Porque muchos padres son incapaces de disciplinar a sus hijos y luego no tienen evidencia del desastre que hacen en clase, de lo molestos y abusadores que son, hasta que se convierten en victimarios, y sin evidencias, los colegios tienen que soportar la prepotencia parental para que sus hijos no sean castigados; entonces, víctimas y victimarios conviven, el abuso sigue, y al final la víctima es la que cambia de establecimiento.

Ahora bien, ¿esto exime a los colegios de la responsabilidad del tratamiento de los datos personales de los alumnos? No, claro que no. Empecemos por esas cláusulas ridículas que hacen firmar a los padres, donde “los hacen autorizar que el colegio pueda usar la imagen del niño para promocionar actividades académicas”, ¿se dan cuenta? No se puede poner un contrato, una adenda, por encima del deber de protección, del interés superior del niño. ¡Por favor, no insistan más con esto!

Tenés derecho de ir y pedir que no publiquen las fotos de tus hijos, punto. Y en cuanto a las cámaras, es un abuso, porque no hallé ningún colegio donde se exprese y explique claramente el tratamiento que le van a dar a esos datos; peor si hay reconocimiento facial, son datos sensibles.

Y si los padres aprueban estas prácticas, primero, necesitan saber más de ciberseguridad al mismo tiempo que ser más mezquinos con los datos de sus hijos, la excelencia académica no se mide por la cantidad de fotos que tengan en internet. Lo mismo para los seguros médicos y los profesionales médicos, ¿qué pediatra les hace firmar un contrato de confidencialidad en el tratamiento de las fotos de sus hijos, esas que los padres mandan por WhatsApp, mostrando las partes íntimas del niño para “acelerar el diagnóstico”? Padres negligentes, niños expuestos.

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