- Por César Palacios
- Columnista
Este tercer viaje que realizó al Paraguay el CEO de la Agencia de Comunicación Estratégica y Reputación, Puentia, Eduardo Álvarez Rodríguez, y desde una cálida playa española, luego de haber pasado los días más fríos en Asunción la semana pasada, nos dijo que “ha sido una experiencia que me ha llenado de un entusiasmo que me mueve a compartir mi visión sobre el resurgir de esta maravillosa nación. Pero no es una mirada basada en subjetividades, sino en números, estadísticas, datos reales sin maquillaje. He dicho en los medios que me han entrevistado que este es un país que te remueve con su energía, te secuestra emocionalmente con su frescura y aroma de oportunidades. A dónde uno pose la mirada, ve gente trabajando, construyendo, elevando rascacielos en medio de una naturaleza que brilla incluso en invierno”.
Eduardo tuvo la oportunidad de escuchar al presidente Santiago Peña en enero de este año en Madrid, donde el mandatario hizo la presentación de Paraguay al mundo ante los más prestigiosos empresarios europeos. Peña convenció a Álvarez, quien días después tomó la determinación de motivar a 10 empresarios de diferentes rubros a visitar Paraguay y conocer sus potencialidades para la inversión.
Durante 5 días, luego de recorrer Itaipú y maravillarse con la magia del espectáculo de luces y sonido que ofrece la Senatur en las Misiones de Trinidad, realizaron 3 días intensos de networking con empresarios paraguayos, además de visitas protocolares y reuniones con ministros y el presidente en Mburuvicha Roga. Una agenda excelente y extenuante para conocer un país efervescente.
“En este tercer viaje en siete años corroboré que Paraguay está asistiendo al resurgir de su economía y que el país, que fue una potencia regional en otros tiempos, está en camino de destacarse nuevamente. El desafío es doble para sus autoridades y ciudadanos: impulsar una clase media debilitada que incremente las rentas y otorgue consistencia económica y comercial a una masa crítica pequeña, y al mismo tiempo, trabajar sobre un sistema educativo sólido y una sanidad universal. Esto será posible con el ordenamiento de la administración pública para dar una respuesta más eficiente, más ágil y flexible a los inversores locales y extranjeros”, agregó Álvarez.
Según destacó en unas entrevistas, “el presidente de Paraguay, Santiago Peña, está ahora parado ante su ventana de oportunidades y sabe que no hay tiempo que perder. Lo imagino, cada noche, arrancando con coraje del almanaque la hoja de un día menos con tanto por hacer. De ahí que, a punto de cumplir un año de su mandato, la pasada semana le reconocía a esta misión empresarial que estaba ‘relativamente contento, pero no satisfecho’. Y eso es mucho más que una declaración de intenciones”.
Paraguay está de moda y les aseguro que lo va a estar más porque es una nación de 406.000 kilómetros cuadrados de oportunidades. Eso sí, la respuesta a Paraguay la tienen los paraguayos y requerirá de arrojo y valentía y de un puente con un futuro sólido, sustancioso, ancho y largo como el que representa Santiago Peña, para el que este resurgir del gigante supone un reto hercúleo, ilusionante, real y absolutamente formidable. Paraguay puede hacerlo. Lo pudo y, aprovechando estas oportunidades, lo podrá.
Es muy satisfactorio leer y escuchar a los extranjeros cómo nos miran, cómo nos califican, porque estas calificaciones no las decimos nosotros, las dicen ellos.