EL PODER DE LA CONCIENCIA

Hace 55 años, el 20 de julio de 1969, cuando faltaban 4 minutos para medianoche en Paraguay, a 384.400 kilómetros de distancia de la Tierra, se producía un hecho histórico que marcó para siempre a la humanidad.

En tanto que el cohete Apolo XI orbitaba la Luna, el módulo de exploración “Eagle” se posaba sobre la desoladora y enigmática superficie del satélite terrestre.

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Tras largos procesos de control, de comunicación con la nave y con la NASA, los astronautas que habían alunizado abrían la escotilla del módulo lunar para permitir que el comandante Neil Armstrong comenzara a bajar lentamente por la pequeña escalera para sentir el suelo lunar.

Consciente de la gran importancia que su hazaña iba a representar para la ciencia, antes de que él fuera la primera persona en pisar la Luna, pronunció la célebre frase: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”.

Era un hito de la conquista espacial. Hasta 1972 varias fueron las misiones a la Luna para recorrer en un vehículo y descubrir lo que ese mágico lugar inspirara a poetas y enamoradizos, también para recoger rocas y ser analizadas.

Más de medio siglo después, vemos que la curiosidad de los científicos no se limitó a la Luna, sino que enviaron sondas para explorar el universo. Hasta el momento son cinco las que navegan alejándose de la Tierra y enviando datos invaluables. El Voyager 1 es la que más distancia recorrió, incluso aseveran que ya abandonó el sistema solar y se encuentra nada menos que a 18.000 millones de kilómetros, es decir, tres veces la separación de la Tierra con el planeta Plutón.

La icónica carrera espacial de la década 60/70 entre Estados Unidos y la Unión Soviética desapareció durante muchos años, pero el interés por el espacio vuelve hoy y con más fuerza que nunca.

Varios son los países que comenzaron a incursionar más allá de la atmósfera terrestre, entre ellos Japón, Rusia y hasta China, que logró enviar una nave y regresar con muestras del lado oscuro de la Luna. La NASA fue más lejos y envió el “Perseverance” para que escudriñara la superficie de Marte, el planeta rojo.

Pero no solo los gobiernos participan de la investigación espacial, hoy día también el sector privado como el de Elon Musk hacen proyectos para colonizar el espacio. Los planes del multimillonario revelan que pretende colonizar Marte con aproximadamente un millón de personas en los próximos 20 años.

Es increíble cómo el ingenio humano puede llegar tan lejos y, sin embargo, ser tan ciego en valorar lo que tiene cerca. Dicen que el repentino desenfreno de la búsqueda espacial se debe a que los recursos naturales de la Tierra serían insuficientes para la gran población mundial o que el irreversible cambio climático cada vez será más catastrófico y la vida tendrá que continuar bajo la superficie, en refugios subterráneos.

Pero el futuro está muy lejos. La realidad del presente nos obliga a trabajar por tener una vida digna, con líderes empáticos que ofrezcan trabajo, seguridad y bienestar a sus ciudadanos.

Haciendo una comparación, vemos que no hace mucho nuestro país dejó atrás un gobierno criminal, acostumbrado al saqueo del bien público, a los negociados y florecimiento del narcotráfico. Y los responsables siguen impunes.

En menos de un año, este panorama cambió radicalmente y las autoridades actuales hacen gala de decomisos de cantidades récord de drogas. Pero, como aseguran, el plan no es simplemente impedir el paso de la droga por el país, sino hacer que Paraguay no resulte atractivo para este tipo de actividades.

No tenemos naves espaciales ni astronautas, pero hace unas horas el Gobierno anunció la intención de adquirir seis aviones para proteger el espacio aéreo nacional. Y radares.

Con estos elementos el combate al ilícito negocio de las drogas será un poco más equilibrado, aunque faltaría la ley que autorice a los militares al derribo de aeronaves. “Un pequeño paso para la lucha, un gran salto para el desarrollo”.

Etiquetas: #Luna#Tierra

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