Constituyen el centro del sistema económico de nuestro país, pero no aprovechado en su justa dimensión por diversos motivos y factores que debemos superar para que se fortalezcan como las principales fuentes generadoras de empleo, al cual deberán ir orientados los mayores esfuerzos del sector gubernamental y del privado.
Proporcionan una importante cantidad de mano de obra, no solo a nivel local, sino en todo el mundo. Esta cifra se incrementa conforme se automatizan las grandes empresas, con la correspondiente reducción de sus nóminas de pago, siendo el segmento de negocios que ha proporcionado históricamente una de las mejores alternativas para la independencia económica.
Ofrecen el campo experimental para generar nuevos productos, ideas y formas de hacer las cosas. Su importancia no solo puede medirse por el número de establecimientos, también por el capital invertido que representan, el valor de su producción, las materias primas que consumen, la formación de capital, los empleos que generan y la capacidad de compra que dan a la población trabajadora mediante sueldos y salarios.
Contribuyen a elevar el nivel de ingresos de la población al crear un mecanismo redistributivo de la propiedad entre parientes y amigos que son quienes forjan una idea e inician una actividad económica/industrial en pequeña escala.
La experiencia ha demostrado que combinar juicio, iniciativa, resolución y creatividad en una empresa genera mejores resultados en cuanto a progreso y beneficios, que una actitud autocrática de un solo individuo.
El tiempo sigue su curso en todas las fases de la vida de una empresa: objetivos, planes, normas, sistemas, procedimientos, métodos, técnicas, etcétera, se registran cambios en objetivos, de propósitos empresariales y en la filosofía administrativa.
Los éxitos de ayer estaban basados principalmente en la habilidad, el valor, la fuerza, COMENTARIOla imaginación y el sentido común de algún hombre enérgico. Hoy uno de los principales requisitos para que un administrador tenga éxito es comprender a la gente que colabora con él.
La administración de empresas modernas pequeñas y medianas está dividida en diversos agentes a los que se les da atribuciones y funciones especializadas, que deben articularse en un conjunto coherente. Integra a empresarios, promotores, administradores, técnicos y especialistas que ocupan las posiciones claves en la organización y cuya acción se hace sentir en todas las áreas de la administración.
Sabemos que los empresarios enfrentan retos constantes y se preguntan con frecuencia: ¿está en problemas mi empresa? ¿Es exitosa?
Una que es exitosa estará generando utilidades y la que está en problemas no alcanzará siquiera a cubrir sus gastos rígidos. Es de primaria importancia para un empresario no solo saber si le va “bien o mal”, sino también saber la respuesta a la pregunta: ¿por qué le va como le va?
La empresa familiar es la forma empresarial predominante en el mundo. Si bien muchas de ellas son “microempresas” de propiedad individual que quizás difícilmente pasarían de una generación a otra, no es menos cierto que entre ellas se encuentran también algunas de las mayores y más exitosas empresas a nivel mundial.
Necesitamos seguir creando mucho más fuentes de trabajo acompañado de una asistencia que abarquen marketing, logística, digitalización, manejo de cuentas a cobrar e inventario, además de sus niveles de endeudamiento con proveedores y el sistema financiero, entre otros.
Independientemente a su formalización como empresa, precisan para que puedan ser rentables y competitivas poder acceder a fuentes de créditos de corto y mediano plazo, a tasas activas competitivas, ajustadas a su capacidad de repago, como también un régimen impositivo diferente al de las empresas de tamaño corporativo, teniendo en cuenta que su gestión económica dista de aquellas por razones obvias, y que las autoridades económicas deberán manejarlas con mucho profesionalismo, idoneidad y visión de futuro para la consecución de los objetivos y metas.