• Por Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @RtrivasRivas

El gobierno del presidente argentino Javier Milei cumplió 4 meses a cargo de la administración sin conseguir que el Parlamento apruebe ninguno de los proyectos legislativos con los que el mandatario se propone cambiar este país. No se recuerda en 40 años desde el momento en que la Argentina dejó atrás las dictaduras que la asolaron en el siglo pasado una situación similar. Tan consciente de ello como molesto el jefe de Estado expresa que “las reformas que no podamos meter ahora las vamos a meter el 11 de diciembre de 2025″, cuando estima que dispondrá de mejores condiciones en el Congreso para que sus legisladores voten en favor de sus ideas. Para las elecciones de medio tiempo faltan no menos de 18 meses.

Los motivos por los que se arriba a este cuadro de situación son múltiples, por cierto. Algunos vinculados con situaciones propias de la dinámica de una economía en bancarrota preñada de corrupción estructural, malas prácticas, los efectos de una guerra perdida contra Inglaterra en las Islas Malvinas, reiterados incumplimientos con los organismos multilaterales de crédito, el avance de la ‘pobreza’ y de la economía informal, por solo mencionar algunas y a las que es posible añadir un notorio cambio de época y prácticas sociales ejercidas desde el más alto nivel de conducción política del país que por ello resultan llamativas. Veamos.

En ese contexto de Gobierno débil con un presidente de carácter fuerte, el señor Javier Milei en la Patagónica ciudad turística de Bariloche, en el Hotel Llao Llao, más precisamente, ante los más poderosos empresarios y hombres de negocios que operan aquí –algunos de los cuales desde muchos tiempo residen en el Uruguay– sostuvo que cuando “se ponen controles de capitales el que fuga ya no es un delincuente, es un héroe (porque) logró escaparse de las garras del Estado”. ¿Es un acto de heroísmo la evasión fiscal?

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Mientras, el jefe de Gabinete de ministros, Nicolás Posse, junto con el ministro de Economía, Luis Caputo, en Washington trajinaron numerosas oficinas de altos funcionarios de la administración que lidera el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Como ya es habitual los mensajes públicos de esos funcionarios desde la capital estadounidense son de optimismo. Kristalina Gueorguieva, la directora gerente de ese organismo, elogió al Gobierno argentino. El Departamento del Tesoro, al arecer, también lo hizo. Sin embargo, Gita Gopinath –quien secunda a la anterior– les informó a ambos que deberán aguardar hasta el venidero mes de junio para saber si acaso la Argentina habrá de recibir un desembolso extra de unos 15 mil millones de dólares, según trascendió, para reforzar las reservas del Banco Central (BCRA) con el objetivo de poner fin al llamado cepo al dólar, relevante compromiso de Javier Milei durante la campaña que lo llevó a la Casa Rosada.

Casi simultáneamente con esa respuesta del FMI, en Buenos Aires, el dos veces exministro de Economía Domingo Felipe Cavallo adelantó que en este mes de abril el Índice de Precios al Consumidor (IPC) –la inflación– podrá estar cerca del 10 % e, incluso, ser de un digito, pero advirtió que considera probable que durante “un largo período” se estacione entre 8 y 9 % mensual. Ese dato y sus efectos permitirá sostener en el tiempo las múltiples demandas de la sociedad civil con sus posibilidades económicas disminuidas. La clase media comienza a molestarse. El ajuste impuesto por la política económica es muy duro.

Tal vez por esa razón el Gobierno intervino con inusual dinámica para impedir que las empresas de medicina prepaga que atienden en el sector privado a más de 7 millones de personas dejaran de aumentar sus precios que los incrementaron sustentándose en las disposiciones del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que se inició la gestión dl presidente Milei. Esas prestaciones aumentaron desde el último mes de 2023 hasta este mes 165 %. Pero no es el único sector que ha incrementado sus tarifas en esa magnitud. Los servicios de transporte (colectivos) aumentaron casi 200 %. Combustibles, cerca de 170 %. Otros servicios esenciales como lo son el agua, la provisión de luz y de gas, se elevarán desde este mes. El Gobierno proyecta que hasta julio alcanzarán un valor de equilibrio. Mañana los estudiantes que cursan educación superior en las universidades públicas de todo el país marcharán en procura de “terminar con el ajuste” al presupuesto educativo. Al menos una universidad privada –la UADE– apoya y participa del reclamo. ¿Será sustentable en el tiempo el ajuste de las cuentas públicas sin que aumenten el mal clima social?

“Hay muchas situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como, por ejemplo: avanza la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la justicia y del mundo empresarial; a muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día”, sostiene la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que preside el obispo de San Isidro Óscar Ojea.

“Se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación; asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria”, agrega el texto eclesial católico.

Todos los sectores sociales sienten la presión de los precios en alza. En las estructuras más altas del Estado los aumentos salariales se disimulan con ascensos de categoría a numerosos funcionarios. En la Cámara de Senadores –como lo permite la ley– sus integrantes no sólo acomodaron sus dietas (como se denominan sus remuneraciones que no son salarios) sino que desde ahora cobrarán 13 cuotas anuales. Una más que desde siempre. Mientras ello sucedía en el Congreso, ninguno de los 7 integrantes del bloque oficialista de La Libertad Avanza (LLA) se expresó en alta voz para manifestarse en contra de lo que finalmente sucedió. La vicepresidenta Victoria Villarroel, que preside el cuerpo, se justificó en que la decisión “es legal” y repitió ante quien quisiera escucharla que “no puedo impedirlo”.

Pese al ajuste y a las carencias que hacen que el presidente Milei repita una y otra vez que “no hay plata”, el ministro de Defensa Luis Petri junto con su homólogo danés ministro danés Troels Lund Poulsen, en Dinamarca, concretó la compra de 24 aviones de combate F-16 A/B MLU Fighting Falcon con 4 décadas de antigüedad pero que “han sido modernizados y equipados con la mejor tecnología” según la comunicación oficial argentina.

La operación mencionada asciende a un costo de USD 650 millones que incluye a los cazabombarderos, sistemas de armas (misiles aire-superficie y aire-aire misiles aire-aire y armamento guiado aire-superficie, ocho motores, cuatro simuladores de vuelo, entrenamiento y capacitación de los pilotos.

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