- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
El Banco Central del Paraguay (BCP) nos acaba de entregar el informe de su Indicador Mensual de la Actividad Económica del Paraguay (Imaep), correspondiente a febrero de 2024, que es una medida de corto plazo del ritmo de la marcha económica, un adelanto de lo que después se consolida en sus cuentas nacionales (más completas, definitivas y seguras).
Según el Imaep, “en el mes de febrero, la actividad económica registró nuevamente una expansión interanual (comparativo mensual en 12 meses). Con base en informaciones preliminares, se registró un crecimiento de 6,2 % con respecto al mismo mes del año anterior. Con este resultado, se acumula un crecimiento de 5,9 % a febrero de 2024 (primer bimestre). En pocas y simples palabras: nuestra economía no está ni en crisis ni parada ni inestable. Pese a la sucia política de políticos y no políticos. Corre o aumenta su producción al ritmo del 6 % (muy alto). Que no quiere decir que la gente la esté pasando mejor, no toda, ojo. Las generalizaciones en economía son fatales. Y en economía, cuidado con la percepción (impresión, sensación) sin por ello desoír el reclamo de Juan Pueblo. Si uno lee los periódicos, escucha las radios, ve los noticieros de televisión (quince primeros minutos continuos de crímenes, desgracias, y coberturas destructivas) Paraguay está más cerca de Ecuador y Ucrania en sus dramáticos Estados. Insisto: nuestra economía no está ni en crisis ni parada ni inestable. Pese a la sucia política de políticos y no políticos, que una democracia por imperfecta que sea, permite. En enero pasado, para el Imaep la velocidad económica fue de 5,6 % y 5,6 %, respectivamente. Si vamos por el lado de las ventas minoristas, indicador del consumo de la gente, en febrero de 2023 tenemos un aumento interanual de 13,6 % (febrero 2023 contra febrero 2024) y una variación interanual de 12,5 % (primer bimestre).
En febrero de 2023 la marcha económica avanzó al 5,5 % (interanual) y 4,5 % (en el año, o primer bimestre). Terminamos el año con un crecimiento de 4,8 % (diciembre interanual) y 5,2 % (total año). En las cuentas nacionales finales de 2023 (BCP) el crecimiento de la economía paraguaya fue de 4,7 %. Uno diría que no hay coincidencia entre el 5,2 % del Imaep y el 4,7 % bien definido y definitivo. No es así. En economía usamos lo que llamamos la variación móvil de 12 meses para tener la situación en el tiempo de un año según avancen los meses. Por eso la palabra móvil. Como el 2022 fue muy malo (0,2 %/PIB) la variación movida de 12 meses acumulados en enero de 2023 fue de -0,7 %. A partir de ahí vino la mejora, de la mano de la extraordinaria cosecha de soja (salto de 125 % tras dos años de sequía -57 %), que riega generosamente, de manera extensa y profunda la mayoría de los otros sectores económicos, aunque los antisojeros (muchos xenófobos, racistas y nacionalistas franquistas) no lo reconozcan, aunque usen autos, combustibles, electrodomésticos, productos electrónicos y vestimentas que se importan y pagan con el dinero que del exterior traen por sus ventas los exportadores de soja en casi el 60 % del total proveniente del “resto del mundo”. El informe del BCP explica que “en el resultado interanual incidieron los desempeños favorables de los servicios, las manufacturas, la ganadería, la agricultura (la cosecha de soja no caería, leve aumento del 1 %) y la construcción. Sin embargo, la generación de energía eléctrica atenuó el dinamismo favorable de la actividad económica. Si vamos por el lado de las ventas minoristas, indicador del consumo de la gente, en febrero de 2023 tenemos un aumento interanual de 13,6 % (febrero de 2023 contra febrero de 2024) y una variación interanual de 12,5 % (primer bimestre). Y 6,5 % en 12 meses móviles. ¿Dónde está la crisis y la paralización económicas? ¿Cuánto mejor nos hubiera ido sin la sucia política?
En la visión oficial de lo fiscal (presupuesto 2024) al mes de marzo de 2024 (primer trimestre) la gestión se cierra con un déficit fiscal acumulado de G. 1.982,6 mil millones (USD 265,3 millones) que representa el -0,6 % del PIB. Asimismo, se registró un resultado operativo negativo de G. 1.291,8 mil millones (USD 172,9 millones), representando el -0,4% del PIB. En igual período del año pasado el déficit fiscal fue de -0,8% y el operativo de -0,4%, pero con menor nivel de inversión pública (0,5 % ayer o USD 217 millones y 0,2 % hoy o USD 91 millones). El déficit anualizado al mes de marzo de 2024 (12 últimos meses acumulados, representando un año, para comparaciones anuales) fue de -3,6 % del PIB o USD 1.632,2 millones; mostrando una mejora relativa con respecto al cierre fiscal del año 2023, donde el déficit fiscal representó el 4,1 % del PIB o USD 1.778,9 millones, esto debido a una menor dinámica en la ejecución de los gastos y la inversión, así como el buen desempeño de los ingresos tributarios, al mes de marzo de 2024. La inversión física anualizada fue de 2,6 % del PIB en 2023 o USD 1.128 millones, y a este marzo de 2024 fue de 2,2 % del PIB o USD 1.002 millones (2,9 % en 2022 o USD 1.221 millones de dólares). En el trimestre 2024 los ingresos totales subieron 9,4 %. Los ingresos tributarios registraron una variación nominal de 18 %, internos 19,4 % y externos (Aduana) 20,4 %. Marzo de 2024 no fue tan bueno en recaudación de impuestos como los dos meses anteriores, pero se mantuvo positiva: aumento del 18 % primer trimestre hoy versus igual lapso de 2023: 168 millones de dólares más con respecto al primer trimestre de 2023. Y 244 millones de dólares más en lo que está el actual gobierno. Marzo de 2023 fue un mes atípico con 4 días feriados, y solo18 días hábiles. Sufrió Aduana: su recaudación solo mejoró 1,3 % después de los buenos 25,5 % en febrero y 34,2 % en enero últimos. En tanto que los gastos aumentaron a una tasa del 10,2%, principalmente explicado por el pago en concepto de pago de intereses de la deuda (de USD 154,3 millones a USD 208,4 millones, incremento de 35 %), el aumento en remuneraciones (MEC, MSPBS y FFPP) y la compra de medicamentos del Ministerio de Salud.
Para el pago de los salarios públicos a marzo de 2024 se destinó el 68 % de los impuestos recaudados. El nivel más bajo desde el 2018 (70 %). De USD 1.097 millones de dólares de recaudación de impuestos, unos USD 746 millones se usaron para el pago de los salarios. El año pasado fue de 78 %. Y del 82 % en 2013 (86 % todo el 2013), después del sueldazo populista que otorgara el Parlamento en 2011 contra la gestión del ministro de Hacienda Borda y del presidente Fernando Lugo. Bajó al 74 % y al 69 % en 2016-2017 en las gestiones ministeriales de Santiago Peña y Lea Giménez. Hay que destacar que del déficit fiscal anualizado de -3,6 % del PIB a marzo de 2024, el “genuino” del actual gobierno es de -2,2 % del PIB o USD 1.002 millones (del total de -3,6 % del PIB o USD 1.639 millones). El restante del déficit global corresponde al pago a los proveedores como compromisos atrasados, responsabilidad del Gobierno saliente que dejó como herencia escondida (Salud y Obras Públicas). Hablamos de 1,4 puntos porcentuales de -3,6 % o USD 637,5 millones abonados o “deuda” (Incluye el pago de deudas heredadas del MOPC y del MSPyBS). Se mantienen las perspectivas sólidas para una evolución fiscal en línea con la meta de convergencia y cumplir con el plan de gastos trazado en el presupuesto. El ejercicio fiscal 2024 tendría que cerrar con un déficit del 2,6 % del PIB: USD 1.184 millones versus -4,1 % o USD 1.779 millones. Apuntando al -1,5 % para el 2025 en línea con lo contemplado por la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF 2013). La calificadora Standard and Poor’s estima un déficit fiscal de -2,2 % para 2025 y de -1,7 % para 2026. El FMI en su informe mundial del pasado martes fue claro en su diagnóstico: “La recuperación mundial ocurre a un ritmo constante, pero lenta: resiliencia en un contexto de divergencia (diferencias) entre regiones”. El mundo crecería este año 3,2 %, los ricos, 1,7 % y los demás 4,2 %. ALC, nuestra región mayor, avanzaría al ritmo de 2 % (2,3 % el año pasado). Para Paraguay se proyecta un crecimiento de 3,8 % (uno de los más altos). Argentina y Brasil, -2,8 % y 2,2 %. América del Sur 1,4%.
Necesitamos una nueva muy buena recaudación de impuestos en un abril con 22 días hábiles. Hay recursos disponibles de bonos locales y soberanos: 342 millones de dólares y 1.000 millones de dólares, respectivamente. Pero se está haciendo un uso gradual responsable, cuidando la disciplina fiscal presente y a futuro. Esto la gente no lo siente en el hoy con mejor bienestar. Esta disciplina no favorece a la calle, aunque se actúa con prudencia. El sacrificio de hoy es para un mejor mañana en la vida de la gente. Difícil de explicar a Juan Pueblo. Pero con los asesores mediocres en comunicación que tiene el Gobierno (como todos los anteriores), puede ser fuente de conflicto. No todo dinero que tengo lo puedo gastar. No debo. Esto explica también la menor inversión pública. Caída en tres meses de 54,3 %. Conclusión: manejo conservador pero prudente y responsable. Marzo atípico. Pero la gente en la calle el único déficit que entiende es el del bolsillo y duele en el estómago. No daña a la economía la sucia oposición, que no solo en la política busca líderes dictadores, racistas xenófobos, nacionalistas populistas, locos y bandidos, estronistas, con el oportunismo cómplice de alguna buena gente=guerra dentro y fuera del país=destrucción. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQD.