- Por Marcelo Pedroza
- Psicólogo y magíster en Educación
- mpedroza20@hotmail.com
En donde la participación pondera la construcción de metas colectivas se fortalecen las posibilidades de concreción de las propuestas motivantes que aglutinan. En todos los órdenes de la vida es determinante la estructura social en que se desarrollan. Por eso es vital abordar la perspectiva comunitaria como fase elemental para el crecimiento general. Esa mirada en conjunto está impregnada de los valores que se transmiten, de ahí la relevancia de la educación.
Abbott Lamoyne Ferriss (1915-2014), en sus investigaciones sobre la calidad de vida, destacaba el papel de la estructura social y de las manifestaciones que la representan, y sostenía que el medioambiente se constituye en una fuerza exógena que influye en las condiciones en que viven las personas. Ferriss, que logró un Ph.D. de la Universidad de Carolina del Norte en 1950, fue pionero en estudiar la implicancia del funcionamiento de las instituciones en la interacción de los miembros de la sociedad que la integran.
El protagonismo del entorno debe ser valorado. Y por lo tanto hay que cuidarlo, hecho que puede ser exteriorizado por medio de los actos propios que suceden día a día en los diferentes espacios comunes, dando lugar al compromiso entre quienes se vinculan, ahondando la cohesión de fines que prioricen la satisfacción en términos comunitarios. Hay una correlación entre el bienestar social y el personal, y la comprensión de dicho criterio secuencial incentiva a crear visiones a mediano y largo plazo. Es además una enérgica asociación que estimula el progreso.
Para el profesor Abbott el dinamismo de la sociedad se expresa en los acontecimientos cotidianos, de manera que la estructura social vive cambiando. Esta movida inevitable es una oportunidad para hacer aquello que incide de forma positiva en los círculos del presente. Aquí las fuerzas endógenas hacen su parte, y se identifican en las ideas mentales que se elaboran y en las emociones que se perciben, ocasionando una y otra vez elecciones de vida.
El contexto se visibiliza cuando se lo quiere ver. Esa también es una decisión. De cualquier modo aquel se encargará de llamar la atención, y pedirá una retroalimentación. Y es así dado que es muy fuerte el nexo entre lo grupal y lo particular, por lo que siempre el primero encuentra la forma de marcar presencia, que puede ser cultural, histórica, económica o de otra índole.
La fortaleza de las intenciones necesita el apoyo de las condiciones sociales. Las circunstancias influyen, como también lo hacen las actitudes. Es el ser en la urbe que lo contiene, es la tierra en la vida que la habita.