- Por Felipe Goroso S.
- Columnista político.
Walter era un hombre activo. De profundas convicciones coloradas, solidario. Un gladiador a la hora de pelear por recursos que generen beneficios y servicios para las familias del departamento de Itapúa. Gran defensor de la familia, productor de campo, empresario y un visionario a la hora de plantear iniciativas legislativas. No rehuía de la confrontación a la hora de debatir desde su banca en la Cámara de Diputados o desde sus cuentas en redes sociales donde permanentemente marcaba presencia.
Walter trabajó en áreas como relaciones exteriores, la defensa de la propiedad privada, la economía y en las distintas vertientes que hacen a la producción en el campo. Era un político que defendía sus ideas con pasión, de manera frontal. Era alguien a quien había que pensar dos veces para enfrentar porque Walter era alguien muy difícil de vencer en un ida y vuelta de intervenciones en la Cámara. Cuando había que hacerlo, sabía jugar el juego de los medios de comunicación que varias veces lo tuvieron en la mira hasta que se dieron cuenta de que no era alguien que iba a claudicar ni apearse de sus creencias ni mucho menos dejarse conmover por alguna que otra tapa o cabecera de página impar en un diario. Al contrario, las pocas veces que los medios encontraron algún flanco de crítica, salió más fortalecido.
Pero sin duda alguna el gran legado que deja a Itapúa y desde ahí a todo el país es el Centro de Ayuda al Discapacitado Encarnación (Cenade). Basta con conocer los testimonios de miles de familias que alguna vez fueron atendidas en el centro para corroborar que es el lugar donde las personas con discapacidad reciben, además de tratamiento médico profesional, una atención con calidez y generadora de esperanza. Funciona en la ciudad de Encarnación desde 1986 y desde ahí atiende a todos los departamentos del sur del país, donde se brinda asistencia a personas con discapacidad. Especialmente, ofrece atención en el área de salud a aquellos que no disponen de medios económicos para realizar consultas o tratamientos de toda índole, que abarcan desde una atención pediátrica hasta costosos estudios médicos. Es una institución sin ánimos de lucro, que no tiene carácter político, religioso o sectario alguno.
Walter Harms era un gran amigo de la educación paraguaya, la salud, la producción en el campo a la cual se dedicaba personalmente y de manera constante. Por esas casualidades, Walter se elevó al siguiente plano un día antes del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Ámbito en el cual trabajó con su amada Gladys y a la que fue a acompañar. Sepan sus hijos que le sobreviven que tuvieron padres de los que deben estar orgullosos y a partir de hoy, ellos son en alguna medida hijos de todos nosotros.