- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
La enunciación de proyectos que puedan movimentar a nuestra economía en los próximos años producen una sensación de diligencia ante la nueva maquinaria estatal que empieza a “calentar motores”.
Los objetivos cuali/cuantitativos son muchos, orientados a tener un país en donde la gente pueda vivir mejor, con fuentes de trabajo uno de los grandes ausentes a nivel país, pues la capacidad adquisitiva de los mismos se ha visto sensiblemente deteriorada.
Nada es misión imposible, pero para poder llegar a buen puerto debemos diseñar planes estratégicos de acción con capital humano que tenga visión de futuro, talento, proactividad y ganas de hacer bien las cosas.
Sería algo complicado desligarnos de entrada de sectores, en donde siguen predominando intereses politiqueros que pretenden deslegitimar al nuevo gobierno, producto de su bronca y muchos por haber perdido “el caramelito” que endulzaba su día a día.
Santiago Peña es un joven profesional economista, que tiene claras las políticas de Estado que deberán llevarse adelante para que podamos ir saliendo de esta “profunda cuneta” en la que estamos sumidos, producto de la ineptitud y desidia de la administración anterior. Desde hace más de 10 años que nuestro país venía manteniendo en forma ininterrumpida un nivel de crecimiento económico anual no inferior al 4,5 por ciento.
Proyecciones preliminares de especialistas señalan que el PIB este año podría crecer en torno al 4,5 por ciento vs. un paupérrimo 0,1 por ciento de 2022, con perspectivas de que en los próximos años pueda seguir manteniéndose estable, dependiendo del comportamiento de la evolución macro y microeconómica tanto a nivel doméstico, como regional y de extrarregión.
El nuevo gobierno señala que de mantenerse una coyuntura económica favorable a futuro no habría inconvenientes en poder volver a niveles similares a los que teníamos antes de la pandemia sanitaria.
Necesitamos con urgencia que ello pueda reflejarse en un mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente.
La nueva administración entre sus metas prioritarias tiene la creación de no menos 500.000 nuevas fuentes de trabajo hasta el 2028, lo cual sería posible siempre y cuando se les brinde al sector privado las condiciones propicias, ya que son las responsables de generar empleo y que los potenciales inversionistas vean en nuestro país seguridad jurídica, estabilidad política, que los impuestos no se incrementen y que nuestras instituciones públicas se fortalezcan estructuralmente para poder abrigar esperanzas ciertas de un país mucho más previsible.
Hay hechos que apuntan a que seamos optimistas. Al cierre del primer semestre de este año se han creado más de 100.000 empleos dentro del sector privado, en tanto que el número de empleos autónomos se incrementó en más de 30.000, según datos oficiales.
Felizmente en lo que va de este 2023 hemos tenido un excelente comportamiento de nuestro “producto estrella”, soja en grano, con un substancial incremento del volumen exportado vs. todo el 2022, generando a nivel país un incremento del 156 por ciento en ingresos de divisas, restando ahora que le podamos dar mucho más énfasis a la industrialización que nos reportarán precios de ventas mucho más remunerativos.
Otro dato no menor es que la economía ha tenido un buen crecimiento en el primer semestre, resaltando el aumento de las exportaciones de soja, generando un incremento del 156 por ciento del ingreso de divisas vs. idéntico periodo de 2022.
Lo más importante es nuestra gente y que todas las acciones del Gobierno apunten a un mejor estándar de vida que se pueda reflejar en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) y plata en nuestros bolsillos.
Ante el actual escenario político y económico en la Argentina, donde su macro y microeconomía se encuentra bastante afectada, hace que muchos empresarios vienen mirando a nuestro país con buenos ojos para radicar sus capitales, que podremos lograrlo con un capital humano idóneo, capaz y que tenga ganas de “remangarse”. Y que nuestros gobernantes sigan dando señales claras de que se está trabajando para lograr la estabilidad económica y social del país ausente desde hace varios años.