- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
Según portales extranjeros, nuestro país ha venido convirtiéndose en los últimos años en uno de los sitios preferidos por desarrolladores inmobiliarios para la radicación de capitales orientados a la construcción de edificios de altura dentro de los principales ejes corporativos y barrios top de Asunción, destronando incluso a Uruguay, quien llevaba la supremacía en la región hasta hace poco.
Venimos observando desde hace varios años y en constante crecimiento y expansión, dando a nuestra capital una imagen distinta si lo comparamos con lo que era hasta hace un poco más de 10 años.
Las empresas inmobiliarias extranjeras se han visto atraídas por los niveles de desarrollo y crecimiento económico observado, logrado a través de una mayor solidez macroeconómica vs. la de nuestros vecinos, siendo uno de los “principales ganchos” la tenencia de un régimen tributario reducido y amigable con un impuesto al IVA , a la renta y a las ganancias de solo 10 por ciento, muy por debajo a los que rigen en los países vecinos y acicateado por el trabajo que han venido realizando nuestras autoridades alentando a los inversionistas foráneos a que vengan a radicar sus capitales en nuestro país, lo cual es observable no solamente dentro del rubro inmobiliario, en sectores residenciales e industriales, sino también en otros renglones en donde los mismos uruguayos han adquirido en la región occidental importantes extensiones de tierra para dedicarse a la actividad ganadera, aprovechando las virtudes que ofrece la misma a la explotación pecuaria.
Hasta antes de la pandemia sanitaria nuestro país ha venido teniendo un crecimiento económico no menor del 4 por ciento, estimándose de nuevo a partir de este año en torno a dichos niveles, que incluso podrían incrementarse en los próximos, en función a los niveles de inversiones que se vayan concretando en diversos rubros apuntando no solamente al mercado doméstico, sino también con buenas perspectivas de crecimiento hacia afuera, en donde el fortalecimiento del sector industrial se constituye en uno de los objetivos primarios del actual gobierno.
Paraguay tiene vigente tratados de eliminación de doble tributación con varios países, lo que torna atractivo para otros países de la región la oportunidad de acceso a nuevos mercados objetivos y consecución no solo de desarrollo empresarial, sino apuntando en forma directa a un robusto fortalecimiento de su gestión económica (ventas y utilidades).
Se debe agregar también las inversiones realizadas en los últimos 10 años dentro del régimen de maquila, en donde empresas brasileñas llevan la supremacía de presencia dentro de nuestro país con importantes beneficios impositivos, favoreciendo en forma directa a la generación de fuentes de trabajo, que ya suman no menos de 22.000 personas a la fecha en forma directa.
Nuestro país logró destronar a Uruguay como un atractivo inmobiliario, pese a que el país charrúa cuenta con estabilidad, reducida inflación, reglas claras, continuidad y previsibilidad en la inversión.
En la década de los años 90 figurábamos como uno de los de menor crecimiento económico relativo a nivel regional, pasando en pocos años a revertir dicha situación a través de la presencia activa de inversionistas extranjeros, quienes nos han visto con un buen futuro económico, a pesar de las debilidades estructurales del cual seguimos adoleciendo.
Hasta hace un par de años los chilenos llevaban invertido en nuestro país alrededor de USD 300 millones, cifra que es de esperar pueda ir creciendo sostenidamente de aquí en adelante. El interés de inversionistas extranjeros hacia el Paraguay también se observa desde Bolivia, Perú y otros países de extrazona que no eran frecuentes.
Mucho del éxito de todo esto dependerá del trabajo que podamos realizar a través de las autoridades económicas y de nuestras legaciones diplomáticas, pues se constituía en una de las principales falencias, dado que siempre Paraguay ha sido atractivo a las inversiones, pero poco conocido, puesto que el trabajo promocional de base fue por años bastante pobre y limitado.