• Por Felipe Goroso S.
  • Columnista político

En el mes de octubre de 2021, se realizaban las elecciones municipales en Paraguay. Unos meses antes se dieron las internas en los partidos políticos para elegir a quienes los iban a representar. Fue ese momento el aprovechado por el actual intendente de Lambaré, Guido González, para prometerles a los lambareños que tendrían su Parque de la Salud.

En 1979 se aprobó el reloteamiento de un terreno perteneciente a una compañía privada, con la condición de que la firma transfiera en forma gratuita, a favor de la Municipalidad de Lambaré, una superficie de 13 hectáreas de su propiedad en concepto de calles, y 4 hectáreas en concepto de espacios verdes. Pese a lo acordado se retrasó el cumplimiento y ahora se pretende hacer un trueque, ofreciendo otro espacio en cambio del sitio que, si se cumple el proyecto original, será un acceso al río Paraguay a través de un espacio público. Hace un par de semanas, la empresa presentó una propuesta de hacer un canje, pero solo habla de cuatro hectáreas, y deja sin efecto las 13 hectáreas de calles.

Son solo tres los concejales que están cumpliendo la función para la que su electorado los eligió, que es la de defender a los vecinos y que se cumpla el acuerdo que está por cumplir 45 años de postergación (los demás integrantes de la Junta Municipal estarían dispuestos a ceder al interés empresarial). Lo que la ciudadanía lambareña solicita es la trasferencia inmediata de las hectáreas que corresponde a la comuna sin cambio alguno, ni trueque. Sin embargo, tanto el intendente lambareño como una mayoría de los concejales de la Junta Municipal prefieren ponerse del lado del interés privado antes que el legítimo derecho que tenemos los vecinos lambareños de tener nuestro Parque de la Salud.

La empresa que debía transferir la tierra hace años, ahora pretendería construir un barrio cerrado en el sitio, atendiendo a que en el pasado ya había planteado dicha construcción. En el 2019 pretendieron hacer un barrio cerrado, pero se rechazó en la Junta Municipal. Ahora de vuelta plantean un cambio al proyecto cuando ya hay como diez resoluciones que le intiman a transferir el área en cuestión. Lastimosamente cuentan con el acompañamiento tanto del intendente como de una mayoría de la Junta Municipal que priorizan otros intereses antes que los de la ciudadanía. Si se mantiene el proyecto original, la ciudadanía tendría un acceso directo al río, cuando la Costanera Sur llegue a Lambaré. Si se llega a concretar el canje, el sitio sería privado, ya que ni siquiera se establecen calles para transitar por ese lugar y demás está decir que será absoluta responsabilidad del intendente y los concejales que lo están acompañando de manera cómplice.

Una de las principales falencias que tiene la ciudad de Lambaré es la falta de espacios verdes, las familias no tenemos lugares de esparcimiento sano, donde nuestros hijos puedan jugar al aire libre. Nos vemos obligados a usufructuar espacios de municipios vecinos como Asunción o Villa Elisa. Es hora de que tanto el intendente como la Junta Municipal actúen a favor de las familias lambareñas, cumplan con su promesa electoral; de eso se trata la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, y dejen de actuar como abogados del sector privado pisoteando el compromiso asumido con la ciudadanía cuando fueron electos.

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