La coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC) triunfó ampliamente en la provincia de Santa Fe donde se impuso con el 58,43 % de los votos el gobernador electo Maximiliano Pullaro sobre el candidato del oficialismo peronista Marcelo Lewandosky que obtuvo el 30,84 % de las voluntades electorales. Por su parte, el libertario Edelvino Bodoira, con el 6,47 %, se ubicó en el tercer lugar.

La derrota peronista en Santa Fe, considerado uno de los cuatro distritos electorales más importantes en este país por su peso en cantidad de electores es la más grande de las últimas tres décadas. Con este triunfo el distrito santafesino se agrega a las provincias de Jujuy, San Luis, Corrientes, San Juan y Chubut –25 % de las 24 gobernaciones argentinas– donde también se impusieron candidatos encolumnados detrás de Patricia Bullrich.

“Quiero decirles a los santafesinos que, así como trabajan y trabajan han abierto un surco para que a nivel nacional este triunfo repercuta en millones de argentinos que están mirando”, dijo la candidata Bullrich, quien acompañó al triunfador Pullaro, en el momento en que este celebró el triunfo.

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En tono de exhortación sostuvo que “hoy, esta ola de Santa Fe da un nuevo impulso para que a nivel nacional digamos: es ahora, es primero con Santa Fe, es con Entre Ríos, Chaco, Mendoza y la provincia de Buenos Aires. Es con todo el país, es ahora, es momento de destruir el kirchnerismo para que no vuelva más una ideología que ha generado un mal terrible en el país. Es el momento histórico de cambiar para siempre”.

Lo sucedido en Santa Fe, por cierto, tiene un alto impacto político de cara a los comicios generales, aunque pese a ello desde el 13 de agosto, cuando se realizaron las elecciones primarias abiertas simultaneas y obligatorias (PASO) se consolida la tendencia de que tres candidatos de derechas –Javier Milei, Bullrich y Sergio Massa– aparecen en la cima de las preferencias ciudadanas.

Las encuestas –que guardan bajo siete llaves– quienes las encargan, según fuentes muy confiables de las principales consultoras que relevan el estado de la opinión pública que por cuestiones comerciales prefieren mantener sus identidades en reserva– no marcan variaciones sustanciales.

Milei, de La Libertad Avanza; Bullrich, de Juntos por el Cambio; Massa, de la coalición oficialista Unión por la Patria; y, el frente Hacemos por Nuestro País (peronismo de Córdoba) que lidera el gobernador de esa provincia Juan Schiaretti, recogieron el 88,85 % de las voluntades electorales, lo que representa un total de 21,88 millones de sufragios.

Tal vez por ello ya que –como se señaló– los tres postulantes y ella apuntan a electores ideológicamente similares, aunque con características y particularidades diferentes, las campañas parecieran desarrollarse con sordinas. En puntas de pies. Quienes se postulan en los cuatro primeros lugares de la grilla –a diferencia de años anteriores– parecen evitar las multitudes. Limitan la presencialidad y los esfuerzos tácticos –en su propio favor o en contra de sus adversarios más relevantes– los realizan en la virtualidad de las redes. Sin dejar de lado X, Tiktok se consolida en el ecosistema reticular de las campañas. La coincidencia entre ambos recursos comunicacionales es –en tanto recurso– el mensaje micro, de pocos segundos y de pocas palabras.

Pero más allá de lo dicho, Javier, Patricia y Sergio saben que –para eventualmente gobernar– el resultado electoral que viene, el que emergerá la noche del 22 de octubre deberá tener suficiente textura para conformar bloques parlamentarios que les permitan llevar adelante sus políticas reformistas para un Estado que, a todas luces, aparece como ineficiente y para un sector privado que se mueve desde varias décadas con fuertes regulaciones.

Los exabruptos de quien conduce La Libertad Avanza –Javier Milei– desde muchos días no son noticia porque no existen. Los que circulan son archivos del pasado reciente. Se estima que la próxima aparición pública será el 1 de octubre cuando en la Universidad Nacional de Santiago del Estero se desarrolle el primero de los debates presidenciales.

Su silencio es tan notable como directamente proporcional a la percepción social aquí y en algunos ámbitos vinculados con la economía y las finanzas en el exterior de que podría triunfar en la presidencial del venidero 22 de octubre. De hecho, en la tapa del diario La Nación de Buenos Aires, domingo último –en su portal informativo– se consignó que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, le preguntó a su colega argentino, Alberto Fernández: “¿Quién es ese personaje que asomó en la Argentina?”. El periódico asegura que “fuentes oficiales de la Casa Rosada” revelaron el diálogo “sobre el auge de Milei” entre los dos mandatarios se produjo en Nueva Deli, donde ambos participan de la Cumbre G20.

Massa, el ministro y candidato, por su parte cada movimiento que realiza es para llegar en la mejor posición al desafío de la elección general. No lo ayudan los datos del contexto. En horas más se conocerá el crecimiento de los precios –la inflación– del pasado mes de agosto. Será de dos dígitos. ¿Es bueno el dato para quien postula para ser el presidente que viene y conduce la economía y las finanzas públicas de hoy? Massa dispuso también no ajustar el precio oficial del dólar estadounidense. Congeló los aumentos para los servicios que pagan quienes se encuentran suscriptos a sistemas de medicina prepaga por tres meses. De la misma forma decidió congelar los precios de los servicios públicos por la provisión de gas, luz y transportes en el área metropolitana de Buenos Aires para no afectar más el deterioro de las economías familiares. Pese a esos intentos, la inflación no se detiene. A ello se añade que en las góndolas de los supermercados comienza a ser evidente el desabastecimiento de numerosos productos.

En ese contexto y con esas intenciones, Massa el ministro y candidato oficialista ayer hizo público un proyecto de ley –que debe pasar por el tamiz parlamentario– para subir el piso por el que trabajadoras y trabajadores tributan por sus salarios a través del Impuesto a las Ganancias que, de concretarse, desfinanciará los recursos fiscales del gobierno que asuma sus funciones el 10 de diciembre de este año. Hasta el venidero 22 de octubre, cuando se desarrollen los comicios presidenciales, se elegirán gobernadores en Chaco (17 de setiembre) y Mendoza (24 de setiembre).

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