• Por Eduardo “Pipó” Dios
  • Columnista

La denuncia presentada el lunes ante la Fiscalía por el expresidente Horacio Cartes, por varias figuras penales cometidas en su contra en los últimos años, por una serie de autoridades, funcionarios y personajes políticos y mediáticos, causó un tsunami entre los afectados por la propia denuncia y su coro de fans y cómplices.

Algunos idiotas útiles (no sabemos aún para qué son útiles, pero aunque sea de tranca del infierno deberían servir... digo yo) ni siquiera se tomaron el trabajo de leer, aunque sea, parte del escrito, para opinar su tradicional sarta de imbecilidades con el fin de intentar descalificar la denuncia, digo intentar porque para lograr hacerlo deberían tener al menos dos dedos de frente o alguna neurona sana y manejar dos o tres conceptos básicos, todos ellos atributos ausentes en esta barra de pelotudos y pelotudas de cuarta categoría.

Otros, como la inefable terrorista de Estado en situación de calle, La Gata Flora Masi, hablan de intimidación o venganza.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Esta cretina, junto con su reemplazante y copia barata y de mala calidad, La Mona Amarilla, deberían agradecerle a Horacio Cartes que, justamente, haya optado por la búsqueda de justicia y no de venganza.

La venganza es lo que hicieron ellos durante cinco años, utilizando todo el aparato del Estado descaradamente para destruir a su “enemigo” político, con la dirección del propio badulaque en jefe de la gavilla gobernante, Marito. Se bastardeó la institucionalidad y se destruyeron todas las instituciones para fabricar una causa que jamás se animaron a presentar a la Fiscalía, bajo el argumento falaz de que “la fiscal general responde a Cartes”, cuando cualquier mortal sabe que los fiscales son autónomos, y que en la Fiscalía abundan los serviles a Marito, Efraín, Desirée, entre otros, pero como tampoco comen vidrio, no tirarían su carrera a la basura y arriesgarían su propia libertad para hacer una imputación falsa.

Por ese mismo motivo, el sicario principal del grupo, el narco ministro Giuzzio, sigue, inclusive luego de 5 meses del cambio del fiscal general por uno al que ellos mismos defienden con uñas y dientes, negándose a declarar y mostrar sus tan cacareadas “pruebas irrefutables” de los crímenes de Cartes. Importante es recalcar que el muy cobarde ni siquiera fue el denunciante en la Fiscalía, sino que se limitó, como siempre, a denuncias mediáticas, indocumentadas y repletas de falsas suposiciones y teorías disparatadas; la causa la abrió la propia Fiscalía con base en una “notitia criminis”, en la que Giuzzio se niega a declarar como testigo, demostrando que simplemente se dedica a la difamación y a las falsas denuncias, por lo que teme terminar tras las rejas.

Si Cartes hubiera elegido el camino de la venganza, simplemente se hubiera callado y esperado 15 días más para instrumentar a las mismas instituciones que utilizaron en su contra para destruir a esta mafia de ladrones e incapaces. No se habría denunciado el accionar ilegal y terrorista instrumentado desde el propio Gobierno, sino que se hubiera actuado en las sombras sin darles derecho a defenderse, como ellos pretendieron e intentaron con él.

Es hora de hacerse cargo de lo que hicieron, tienen las garantías, ya dependerá de la Justicia decidir quién actuó bien o mal.

Dejanos tu comentario