- Por Jorge Torres Romero
- Columnista
El senador Enrique Riera se refirió al ataque de ciertos sectores de la oposición y medios de comunicación que pretendían el triunfo de Efraín Alegre, quienes a toda costa buscan instalar la idea absurda del copamiento.
Estos sectores que todavía no han podido digerir la derrota electoral buscan desesperadamente colgarse de algún tema para erosionar al futuro gobierno, sin importarles que los ganadores de las elecciones cumplan sus promesas electorales de responder los problemas de la gente.
Esta jauría de oportunistas que odian al Paraguay ignoran, o lo hacen a propósito, que la mayoría y minoría en la conformación del Congreso la decidió el pueblo paraguayo en las últimas elecciones.
Es una pena que nuestra oposición, con honrosas excepciones, solo se está atrincherando para criticar sin que se les caiga una sola propuesta en favor de la gente.
La oposición tilinga debería evaluar cuál será su papel en los próximos 5 años. Hasta ahora solo demuestran que pondrán trabas que perjudicarán a la gente. Cero alternativas positivas, además de solo golpear a los que no piensan igual que ellos.
Esta misma oposición y un sector de la prensa, avalaron los 5 años del gobierno corrupto de Mario Abdo Benítez, porque se trazaron que tenían un solo enemigo a vencer, el cartismo. Sin embargo, se pegaron una paliza electoral que hoy les cuesta aún asimilar.
Ojalá el gobierno de Peña-Alliana ignore los ataques y campañas absurdas y se enfoquen en responder sus promesas electorales. ¿A ustedes les parece que si ganaba la Concertación, cederían espacios de poder a los colorados en general y cartistas en particular? Obviamente que no, hubieran usado el poder como garrote político, como lo hizo Marito, hasta liquidar a sus adversarios, mientras que los problemas de la gente quedaban en segundo plano. Persecución y robo al Estado, esa sería la lógica, repitiendo el esquema Marito.
Desde el 15 de agosto, el nuevo gobierno debería concentrarse solo en obtener recursos, mejorar el gasto público, generar fuentes de trabajo, combatir la inseguridad y otorgar las garantías para las inversiones. Cualquier obstáculo infundado a este plan, deberá ser ignorado. Paraguay se merece un gobierno que dé respuestas y una oposición y prensa contralora y crítica, no tilinga ni disparatera. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.