- POR JUAN CARLOS DOS SANTOS
- Periodista
Apenas confirmada la victoria de Santiago Peña, candidato del Partido Colorado en las elecciones generales 2023, un mensaje de felicitación de la embajada de la República de China (Taiwán) aparecía en las redes sociales, incluso antes de los protocolares saludos de nuestros vecinos regionales.
Es que la decisión tomada por el soberano en el histórico evento electoral del 30 de abril ratifica la firme decisión del pueblo y su futuro gobierno, de continuar el sólido vínculo con la nación democrática que ocupa uno de los lados del estrecho de Taiwán, en Asia.
La campaña electoral del candidato colorado estuvo embanderada desde el principio con el mantenimiento, e incluso, la consolidación del vínculo diplomático, comercial y cultural con Taiwán, quien soporta la presión de China comunista desde hace décadas, pero intensificada en los últimos meses, posiblemente a causa de la guerra comercial y de influencia mundial que libra, no en silencio, contra Estados Unidos.
La ejemplar democracia asiática, cobijada en apenas 24 mil kilómetros cuadrados de extensión y poblada por cerca de 25 millones de personas, ha sufrido un embate tras otro, producto de la diplomacia de “chequera” que lleva a cabo el gigante asiático, quien intensifica su empeño en hacerse con los recursos de la isla, que no en vano es dueña del 65% de la producción mundial de semiconductores, un dispositivo de vital importancia y que se encuentra alojada dentro de todo artefacto electrónico conocido.
Paraguay tiene todo servido para un mejor aprovechamiento del milagro taiwanés, y la promesa de campaña del nuevo presidente electo es la plataforma perfecta para iniciar una nueva etapa de un relacionamiento que siempre ha sido fructífero para ambas naciones.
La República de China (Taiwán) ha perdido hace algunas semanas a otro aliado latinoamericano, Honduras, cuyo gobierno fue seducido por la “billetera china”, algo que posiblemente hubiera sucedido de no mediar la gran victoria del proyecto de gobierno de Santiago Peña.