• Por Jorge Torres Romero
  • Columnista

Efraín Alegre no solamente fue incapaz de levantar las acusaciones en su contra basadas en un informe de Auditoría General del Ejecutivo (ejercicio fiscal 2010-2011, desfalco de US$ 37 millones), tampoco lo hizo con el otro informe de Contraloría General de la República (ejercicio fiscal 2009, inconsistencia de US$ 72 millones) revelados recién ahora porque lo tenían cajoneado.

Primero dijo que tal auditoría no existió nunca, que se trató de una fábula, de ciencia ficción, pero ante la contundencia de la denuncia y las declaraciones de los auditores que hicieron el trabajo se vio obligado a convocar a su abogado Guillermo Duarte Cacavelos para diseñar su defensa. El abogado dijo que el caso prescribió; es decir, confirma la existencia de la auditoría, no negó el perjuicio que se generó al MOPC cuando Alegre fue ministro, solo dijo que el caso prescribió. La supuesta prescripción no anula la existencia de la situación certificada en dos informes de auditorías.

La otra mentira del abogado Guillermo Duarte Cacavelos se basó en que supuestamente su cliente ya fue investigado y sobreseído, pero mostró un escrito relacionado a una denuncia ciudadana que nada tiene que ver con las denuncias referidas en la auditoría del Poder Ejecutivo y a la Contraloría General de la República.

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Bajo la premisa de la prescripción, el abogado Duarte Cacavelos lleva adelante la “defensa” de Efraín en el marco de la causa abierta en la Fiscalía a raíz de la denuncia hecha por el senador colorado Martín Arévalo contra personas innominadas por la supuesta tragada en el MOPC durante la administración del liberal.

Un aspecto que llamó la atención es que la defensa se centra en el vencimiento del plazo y no así en negar las supuestas irregularidades cometidas durante la gestión pública de su cliente, ya que el hecho de que haya prescrito no significa necesariamente que el delito no haya sucedido.

También dicha posición se contrapone al testimonio dado por el propio jefe del equipo de auditores, Héctor Godoy, quien es director general de Control Interno de la Auditoría del Poder Ejecutivo. Este perito confirmó la veracidad del documento que expone irregularidades por valor de US$ 37 millones, los cuales se distribuyen entre casos de planillerismo, obras paradas, rapiña de combustibles, maquinarias, licitaciones amañadas, entre otras “perlitas”.

El denunciante Arévalo acudió el jueves pasado al Ministerio Público para ampliar su denuncia con base en otra auditoría realizada por la Contraloría del ejercicio fiscal 2009, encomendada por el entonces contralor liberal Augusto Airaldi, ocasión en la que se detectó un perjuicio de US$ 72 millones, por pagos efectuados de más al no comprobar el avance real de las obras, falencias en los registros contables, bienes públicos sin títulos de propiedad, falta de control para registrar los ingresos de la institución, entre otros hechos de corrupción.

Sumando ambas auditorías financieras practicadas a la gestión de Efraín Alegre durante su paso como ministro de Obras Públicas, se habla de un aparente feroz agujero de US$ 109 millones en solo dos años y medio de administración.

Efraín es un mentiroso, destila odio, dispuesto a empeñar su alma para llegar a su objetivo, no tolera la crítica, quiere censurar, cerrar medios, dispuesto a manipular la muerte de un joven para beneficio político, capaz de inventar acusar sin fundamento a quien considere su enemigo político, denunciado por corrupto, de vaciar las finanzas de su partido, ni siquiera cumplió el compromiso de su partido con la familia que le vendió la propiedad donde opera la sede partidaria y hasta podría empeñar el país. Es un hombre torpe y peligroso.Ojalá nunca nos toquen gobernantes con este perfil porque simplemente sería la destrucción del Paraguay. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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