- POR JORGE TORRES ROMERO
- Columnista
Los mismos actores que hoy integran la Concertación, son los mismos responsables de haber matado la promesa del famoso cambio. De vuelta hoy nos repiten la misma muletilla, “el cambio está llegando”. Ellos prometieron el cambio en el 2008 y ellos mismos se encargaron de no hacerlo y demostraron ser iguales o peores de quienes sacaron del poder.
La llamativa aparición de Pedro Fadul en un spot televisivo apoyando la dupla de la Concertación nos refresca la memoria de sus declaraciones cuando decidió abrirse de la Alianza Patriótica para el Cambio porque sus integrantes fueron incapaces de respetar y cumplir acuerdos. Fadul se retiró molesto. “Con esta gente es imposible acordar nada”, había dicho el histórico líder de Patria Querida. ¿Qué cambió hoy? Nada. El oportunismo político primó y Fadul terminó de sepultar sus principios y firmar el certificado de defunción a su partido.
La postura más coherente de ese sector la tuvo el senador Fidel Zavala, quien pidió liberar los votos. Tanto para Fidel como para varios otros candidatos de Patria Querida, no existe coincidencia política con el líder de la Concertación. Por eso se abrieron de apoyar a Efraín Alegre varios candidatos a la diputación como Gabriela Godoy, de Alto Paraná; Diva Riquelme, de Alto Paraná o Lauro Fischer, de Itapúa. La mayoría sintió en carne propia las consecuencias de las invasiones de tierras promovidas por algunos integrantes de la Federación Nacional Campesina o incluso por el ex senador Luis Wagner, Salyn Buzarquis y otros referentes del equipo de la Concertación. Con ellos se alió Fadul.
Los colorados siempre fueron predecibles, los conocemos. Los concertados son un mundo de incertidumbres y lo peor es que se ufanan de ser el cambio cuando en realidad no lo son. Fadul sabe perfectamente que Efraín, Wagner, Salyn y los Filizzola no vieron la luz y que no han cambiado su forma de proceder, son los mismos de siempre. Efraín es el mismo que según la Auditoría General del Ejecutivo cuando estuvo en el MOPC generó un desfalco de US$ 37 millones y que fue incapaz de sanear las finanzas de su propio partido.
El famoso cambio en Paraguay no se logrará con discursos vengativos o de odio que generan divisiones entre los paraguayos. El cambio se logra con eso que Fadul resaltó que le falta a Efraín Alegre, liderazgo. Sentimos estos casi 5 años la falta de liderazgo, de hoja de ruta, de previsibilidad. Ya no hay tiempo para vender espejitos de que el cambio llega, cuando eso no sucederá. Los paraguayos necesitan acción, resultados, mirar para el futuro.
Perfectamente recuerdo los discursos de Fadul en tiempos electorales: “No vale solamente escuchar a los políticos, sería bueno mirar su pasado, de dónde vienen y qué han hecho en el pasado. Por sus frutos los conoceréis”. La alternancia no se reduce al cambio de colores, la alternancia es el cambio del modelo para poder gobernar. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.