Dicen que el momento más oscuro de la noche es justo antes de amanecer. Creo que en estos días que nos faltan es muy pertinente entender que en este momento es donde muchas de las circunstancias solo nos impiden ver que estamos a días de un amanecer. Y es que para el sector privado lo más necesario es la claridad de los escenarios que tenemos que enfrentar para invertir, crear empleos, desarrollar competitividad y creatividad.
Los procesos electorales son como esas noches oscuras, pero siempre a cada oscuridad se impuso el amanecer, la claridad independiente del sector político que triunfa por voluntad popular. En estos meses, al igual que otras asociaciones, hemos aportado espacios de expresión de ideas, de intenciones con los principales actores de lo que sería la agenda pública tras las elecciones. En dichos espacios vimos mucha claridad en varios postulantes, sobre todo al Senado. Creemos que estamos alineando objetivos por primera vez en la historia con el sector político, y esto no es un factor menor en la agenda pública de desarrollo del Paraguay.
El sector privado demanda un Paraguay con reglas claras, con una estrategia geopolítica de desarrollo detallada que podamos seguir y aprovechar todos los elementos y personas en la gestión pública que entiendan un solo concepto que es transversal a todo el país: “el sector privado es el actor principal en el desarrollo del Paraguay”. Que el sector político, y en especial los interlocutores en la gestión pública, entiendan que nosotros somos los que requerimos todo el apoyo para que “todos” podamos tener un mejor país.
Es una necesidad imperiosa que a partir del 1 de mayo nos concentremos en construir, lo más rápido posible, cada ventaja competitiva que necesitamos ante otros países para atraer inversión, para generar más puestos de trabajo, para aumentar el PIB. Y, sobre todo, para conseguir recursos a fin de mejorar las condiciones de puntos fundamentales para nuestro futuro como lo son la educación y salud de calidad, y un sistema de seguridad ciudadana y territorial que le ponga freno a la escalada del narcotráfico. El mismo que lentamente está tomando nuestra malla de jóvenes por falta de oportunidades para ser dignos como seres humanos y está a pasos en incidir en la gestión del poder gracias a la corrupción.
Entender que Paraguay será el que debemos continuar construyendo como lo hemos hecho en estos últimos 20 años es nuestro mayor objetivo luego del 30 de abril. Este enunciado que el Club de Ejecutivos lo ha tomado como bandera se lo construye día a día, con acciones, con apoyo de los líderes empresariales, con la escucha atenta de los líderes en la gestión pública y los políticos en función de poder temporal. Y se lo instrumenta con un funcionariado público que apoya a un microempresario a presentar algo en una feria internacional. O mismo con el de Tributación, que ayuda a una pyme a fraccionar sus impuestos.
El liderazgo de un presidente es vital dentro de un gabinete que ponga al sector privado como su socio en el desarrollo sostenible de un Paraguay mejor. Todo suma cuando nos ponemos de acuerdo en que la tracción del Paraguay sostenible y exitoso lo hacemos juntos.