Donde hay una razón hay esperanza. Es contundente el poder de un motivo, su influencia es capaz de derribar penas. Su ímpetu produce transformaciones notables en la vida de quienes a pesar de los tropiezos se han vuelto a levantar. Abundan lostestimonios en todas las ciudades del mundo, es que el ser humano es un ejemplo memorable y su hábitat es global.

A los anhelos hay que ayudarlos. Por eso es determinante moverse hacia ellos. Acercarse, una vez y otra y las que sean necesarias para llegar a concretarlos. Los movimientos requieren actitud, entusiasmo, confianza, firmeza y flexibilidad, preparación y las dosis constantes de dedicación. Hay que hacer con ganas. El traslado hacia la meta requiere esfuerzo, aunquetiene un inexplicable impacto en el cerebro el hecho de vivenciar lo que alguna vez fue un sueño.

En el libro “La psicoterapia al alcance de todos”, Víktor E. Frankl (1905-1997), quien fue catedrático de neurología y psiquiatría en la Universidad de Viena, además de dar clases en diversas cátedras en las universidades de Harvard, Stanford, Dallas y Pittsburgh, escribió: “El hombre está siempre orientado hacia algo que él mismo no es, bien un sentido que realiza, bien otro ser humano con el que se encuentra; el hecho mismo de ser hombre va más allá de uno mismo, y esta trascendencia constituye la esencia de la existencia humana”.

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El horizonte es amplio, lo es como las ideas de quienes transitan el camino que los lleva hacia él. Para el profesor Frankl “lo que el hombre quiere realmente no es, al fin y al cabo, la felicidad en sí, sino un motivo para ser feliz. En cuanto lo encuentra, la felicidad y el placer surgen por sí mismos”. La conquista del vivir se manifiesta de innumerables maneras, al igual que los colores de las mariposas o los desplazamientos de las nubes; o como los sonidos de las risas de los abuelos y sus nietos, mientras juegan en una placita de algún lugar del mundo. Entonces lo significativo siempre está dispuesto a ser descubierto.

En los afectos reside un universo de motivos para disfrutar la vida. Es la presencia de los seres queridos la que alienta a seguir adelante. Las causas que movilizan el engranaje de cada instante pueden ser íntimas aunque inevitablemente se constituyen en luz para los demás, es así porque la convivencia forma parte de la realización humana.

Una manera de construir sociedad se vivifica cuando se aporta a través de los roles que se ejercen, haciendo de cada situación una oportunidad para dar de sí el caudal de capacidades que se posee. Orientando las acciones hacia la construcción de motivos que incentiven el sentido de vivir y de convivir.

Etiquetas: #Motivos

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