Sin ser cuestión de ciencia ficción, la vida puede cambiar en fracción de segundos. Los cambios impredecibles, pero en especial las tragedias, pueden poner nuestro mundo al revés, sin que podamos hacer absolutamente nada al respecto.
Sé que suena a cliché, pero es lo único que abarca mi mente en estos instantes, tras las devastadoras imágenes del sismo ocurrido el pasado 6 de febrero en la ciudad de Kahramanmaras, en el suroeste de Turquía, colindante con la frontera siria.
Con una magnitud de 7,8 en la escala de Richter, los expertos hablan de lo inusual del movimiento telúrico, que con tan solo 24 horas ya había dejado la penosa cifra de casi 5.000 víctimas fatales, y más de 20.000 heridos de distinta gravedad entre los ciudadanos de los dos países más afectados, a pesar de que el seísmo pudo ser registrado en 14 naciones, entre las que se cuentan Chipre, Israel, Líbano y Jordania.
Según la comunidad científica del Servicio Geológico de Estados Unidos, el evento inicial duró 30 segundos, y fue originado a 18 km de profundidad, razón por la cual tuvo gran impacto en las construcciones. Posteriormente, le siguió otro sismo, a 80 km al norte del primer punto. En esta ocasión, el movimiento fue ocasionado por una falla tectónica distinta, aunque con una medición de 7,6.
Si bien Turquía es consideraba como zona sísmica, se habla de que la mala planificación urbanística ha ayudado a que el impacto de estos desastres sean mayores.
Mi solidaridad y mi abrazo eterno para los pueblos de Turquía y Siria, de donde he tenido el agrado de conocer a personas maravillosas y trabajadoras. Desde aquí, elevo una oración por el eterno descanso de las víctimas, así como también por el consuelo de quienes hoy lo han perdido todo.
Cuando menos lo esperas, todo puede pasar. Por eso no me canso de repetir lo importante que es nunca dejar de recordarle a nuestra gente lo mucho que los amamos y que nos interesan.
Aunque esta tragedia nos parezca un tanto lejana geográficamente, no podemos desensibilizarnos ante el dolor. Unas de las características del líder bambú son la colaboración, la empatía; pero por sobre todo, debemos ser compasivos y extender nuestra ayuda de la manera en la que se nos sea posible.
Deseo de todo corazón que la solidaridad de los pueblos se muestre en estos momentos, que las diferencias se dejen a un lado por el bienestar de los pueblos afectados, y que la voluntad de quienes saben hacer el bien, se sobreponga ante cualquier dificultad que puedan encontrar, para ayudar a salvar más vidas. Todos somos uno.
Con una gran contundencia, Libertad volvió a entrar en acción para golear (4-1) a Ameliano y ponerse nuevamente como solitario puntero del torneo Apertura. El campeón supo ser efectivo en los momentos decisivos para liquidar el expediente, principalmente por haber comenzado en desventaja tras el gol de Alejandro Samudio para la visita, cuando apenas transcurrían 3 minutos de partido.
En esos primeros minutos, la V Azulada, vestido de rojo, le generó complicaciones al Gumarelo, principalmente por la velocidad de Samudio, la precisión en los pases de Contrera y el complemento del resto.
Pero aquello fue apenas un oasis para la visita, que llegaba embalada tras dejar fuera de la Sudamericana a Olimpia, a mitad de semana. Pero justamente ese desgaste del jueves pasado le pasó factura. Libertad lo equilibró rápido y ajustó sus piezas.
Marcelo Fernández puso las cosas en su lugar con un disparo rasante, que sorprendió a Cristóforo para el empate parcial.
El partido lo inclinó el campeón a su favor, con Ameliano sin renunciar a los contragolpes, pero en un tiro libre, Luis Cardozo puso el 2-1.
Al inicio del segundo tiempo, el Gumarelo lo liquidó con la gran definición de Tacuara Cardozo tras un centro de Hugo Martínez. Aunque Ameliano nunca se dio por vencido y arañó el descuento en un par de ocasiones, fue Elvio Vera el que aplicó la ley del ex para poner el definitivo 4-1.
Un triunfo justificado de Libertad por haberlo trabajado con tranquilidad pese a un inicio poco feliz. Retoma la punta y además con la posibilidad de ampliar esa ventaja cuando regularice su partido pendiente con Nacional.
Piden menos rencillas y más temas de interés ciudadano
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La senadora Lilian Samaniego instó a integrantes de la Cámara Alta a dedicarse más en temas de interés de la ciudadanía y dejar de lado las rencillas políticas en este inicio de periodo legislativo 2024.
“Hoy reiniciamos los trabajos acá en el Senado en lo que va de este año, hay temas urgentes e importantes, como el tema de la reforma y modernización de la Policía Nacional; la Ley n.° 5777 garantizar el feminicidio, modificar si hace falta, pero no derogar; la ley de Hambre cero; servicio civil; el tema de las cárceles”, indicó en sus declaraciones a los medios de prensa en el Senado.
Samaniego indicó que el Senado ya pasó el receso parlamentario ocupándose de temas políticos y con el reinicio de las actividades legislativas es urgente que el cuerpo colegiado trabaje en lo que la ciudadanía está esperando de sus parlamentarios. Agregó que el Senado debe dar señales de que se está ocupando de temas de interés social.
“El Senado tiene que dar señales de que se ocupa de los temas que a la ciudadanía le compete, no digo que la política no, pero no ocuparnos solamente de la política. Hagamos en forma paralela, pero ocupémonos de los temas urgentes que necesitamos desde el Senado dar señales”, apuntó.
Cuando se trata de la inflación o simplemente de la suba de precios de bienes (pan) y servicios (luz) de una canasta familiar confeccionada para servir de medida de lo que en la mayoría de los países se denomina Índice de Precios al Consumidor (IPC) –como es nuestro caso bajo responsabilidad del Banco Central del Paraguay (BCP)– el comportamiento del precio de los combustibles es clave en el resultado final: calma o tormenta.
Si no eres productor y exportador de petróleo –y no tienes refinerías– tu situación como país y la estabilidad y el crecimiento de la economía se ven amenazados cuando en el mundo se encarecen tales materias primas o commodities y el precio de los combustibles derivados (naftas, gasoil, gas) importados son el factor principal de inflación en alza, porque los combustibles mueven la economía y su mayor valor se contagia negativamente como costo superior en todos mercados de producción y comercio de todo país, sea rico o no rico, como el caso nuestro.
Pero el mercado internacional cuando está furioso no distingue si produces petróleo y refinas combustibles o no lo haces. El año pasado la inflación norteamericana interanual (en 12 meses) llegó al 9,1 % en junio (1,3 % mensual respecto a mayo) máximo en 40 años. Los precios de la energía subieron 7,5 % en el mes y 41,6 % en 12 meses. En Europa también se vivía una disparada de la inflación. La crisis en Ucrania echaba leña al fuego. En abril del año pasado tuvimos una inflación mensual del 1,5 %, del 5,3 % en el año y del 11,8 % en 12 meses (la más alta desde el 2005). En el caso de los combustibles el aumento de los precios en abril fue del 10,6 %, del 26,3 % en el año y del 53 % en 12 meses. Cualquier gobierno frente al encarecimiento de las importaciones de combustibles por factores internacionales sabe perfectamente que esa danza diabólica golpea y fuertemente el bolsillo del consumidor, y al caer la capacidad de compra de sus ingresos y el poder adquisitivo del dinero, se extiende generalizándose en toda la economía con sus mercados con menor actividad global, porque cae el consumo, demostrable por las menores ventas y ganancias en sectores comerciales, de importaciones de otros bienes, en la industria y en la producción. Nadie se salva. Además, se sucedieron tres crisis: covid-19, petróleo y derivados, ajustando sus precios a una demanda creciente después del bajón por la pandemia mundial, que llevó a precios negativos del barril, los que compraron y no tenían venta, casi como que lo “regalaban” a los que podían estoquear; y Ucrania (afectando el suministro de Rusia, un key player en el negocio).
Bajar el precio de los combustibles en el marco de un mercado internacional con tendencia a la baja de los precios, con respecto al año pasado, aunque muy volátil porque demasiados factores influyen en el comportamiento con más incertidumbre que certezas –economías de Estados Unidos y China, tasas de interés, dólar fuerte, Ucrania, Rusia, países árabes (OPEP), conflicto Israel-Palestina– es una decisión de política económica necesaria y útil para estabilizar la economía (desaceleración del ritmo inflacionario) y proteger al consumidor (todos lo somos) en el mejor rendimiento de su dinero e ingresos, que eleva o no deja caer o empeorar su capacidad de comprar, aunque sea mínima la diferencia.
Petropar decidió disminuir el precio de sus naftas en 1.000 guaraníes durante la gestión del actual gobierno. Y en el caso del gasoil el congelamiento fue prudente y responsable. Son dos mercados diferentes en el mundo. Ambas medidas benefician al consumidor y debilitan la inflación, abriendo las puertas para un costo de vida menos angustiante. Aunque aquí no debemos olvidar lo que sucede por otro lado en materia de salarios, sueldos, honorarios y otros como fuentes de los ingresos con los cuales administrar la canasta familiar sacándole el máximo de jugo. Me cuesta creer que este gobierno venda combustibles por debajo de sus costos originando pérdidas por puro “populismo”. No lo veo, dada la formación de economistas de las principales autoridades –incluye al presidente de la República– y a sus respectivas trayectorias en la gestión de lo público.
En noviembre pasado 2023 la inflación mensual fue del 0,4 % (0,7 % mismo mes 2022), del 3,4 % acumulada en el año (8,3 %) y 3,2 % interanual o en doce meses (8,3 %). Si fijamos nuestra atención en el rubro combustibles (sus precios) el comportamiento promedio fue el siguiente dentro de la inflación global: -3,5 % en el mes de noviembre (2,3 % igual mes del 2022), -10,6 % en el año (29,4 %) y -12 % interanual (25,2 %). Desagregado por tipo de combustible tenemos que las naftas común y súper registraron disminuciones interanuales en sus precios del -16 % al 18 %. El gasoil común y el aditivado del -8 % y del -9,7 %. Todos, con excepción del gas de uso doméstico, experimentaron menores precios en noviembre con respecto a octubre. De ahí es promedio de combustibles con una merma de precios del -3,5 % en noviembre. Para remarcar dicha realidad.
La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.
Petropar decidió disminuir el precio de sus naftas en 1.000 guaraníes durante la gestión del actual gobierno. Y en el caso del gasoil el congelamiento fue prudente y responsable. Son dos mercados diferentes en el mundo. Ambas medidas benefician al consumidor y debilitan la inflación, abriendo las puertas para un costo de vida menos angustiante.
Santaní: tornado deja a su paso al menos un fallecido
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En la tarde del pasado miércoles, un fuerte tornado se abatió sobre Santaní, departamento de San Pedro, en el zona cruce Guaicá. Vecinos reportaron el fallecimiento de una menor, hija de una docente.
También señalan que hay muchos heridos en el hospital regional a causa de unas 30 viviendas destruidas por el paso del tornado. “Compañeros, les pido por favor la gente que no está de guardia si se puede acercar al hospital por favor para apoyar. En la zona de Guaicá hay un desastre, muchísimas casas que se cayeron sobre las personas que se están yendo al hospital. Hay muchos vehículos particulares que se están yendo y también los bomberos que están trasladando heridos”, se escucha decir en un audio a un trabajador de la salud.
En Santaní, unas 30 casas fueron destechadas a causa del tornado.FOTO: GENTILEZA
Uno de los pobladores contó lo vivido en esos momentos de terror. “Acá en Guaicá el tornado echó como 30 casas, llevó todas las columnas. Trozó todo. Toditos los cables de alta tensión voló todito. Nunca vi nada así. Ahora les sacamos a unas cuántas personas que quedaron atrapadas bajo sus casas. Dios nos guarde”, comentó.
AYOLAS
Las intensas lluvias que cayeron en gran parte del país y la apertura de las compuertas de Yacyretá produjeron el aumento del nivel del río Paraná. En Ayolas, el desborde del río perjudicó a unas 600 familias en los barrios San José Mí, San Rafael, María Auxiliadora y San Antonio, que quedaron bajo agua.