Cuando los emprendedores tienen concebida en su mente una idea acerca del tipo de negocio que desea llevar adelante resulta importante la realización de un trabajo de campo previo.
Visitando negocios similares al que están proyectando poner en marcha, que les permita observar todos los detalles de mayor relevancia, como ser ubicación geográfica de los locales, manejo del personal, horarios de apertura y clausura del local, manejo de las cobranzas, entre otros factores que se constituyen en el “corazón” del negocio.
Lo recomendable es que puedan entablar cierto grado de amistad con sus futuros competidores sin que necesariamente estos sepan acerca de sus intenciones de estar embarcado en la formación de un negocio que se estaría dedicando a un rubro igual o similar.
Podría darle un importante valor agregado comentando su idea preconcebida con otros empresarios que están llevando sus emprendimientos con una buena performance, a fin de que puedan capitalizarlo en forma adicional ideas/sugerencias que llegado el momento les podrían ser de utilidad.
Esto les ayudará como emprendedores poder recabar el mayor cúmulo de información posible, que podría extenderse a la posibilidad potencial de identificar errores que sus potenciales futuros competidores u otros empresarios reconozcan que hayan cometido en sus inicios y que deberían evitar para no caer en los mismos errores a futuro una vez que el emprendimiento ya esté en marcha.
Como parte integrante de la investigación de mercado también cobra importancia averiguar la cantidad de empresas que incursionan actualmente en el rubro al que pretendemos llevar adelante, dentro del área geográfica donde operaría nuestro negocio.
Les podría servir para detectar en tiempo oportuno si el mercado al que desean ingresar presenta oportunidades reales de crecimiento, o de lo contrario ya constituye uno sobre saturado o muy maduro. No siempre basta con tener una buena idea y ponerle pasión para lograr algo brillante con ella.
Como emprendedores deberían conocer acerca de la potencial competencia resumidas en los siguientes ítems:
¿Cuáles son los principales competidores?
¿Quién es el líder del mercado?
¿Cuáles son sus volúmenes de ventas?
¿Qué cantidad de mano de obra emplea dentro de su emprendimiento?
¿Quiénes son sus principales proveedores y clientes?
¿Cuáles son sus principales canales de distribución y áreas de influencia?
¿Qué tipo de publicidad utilizan?
¿Cómo financia sus proyectos?
¿Qué estrategia de ventas y políticas adoptan?
¿Qué medios de pago los utilizan?
¿Cuáles son los principales productos de la competencia?
¿Cuál es la estructura organizacional?
¿Cuál es el nivel de conocimiento y experiencia de sus dueños?
¿Cuál es el nivel de satisfacción de los clientes ‘?
¿Cuentan con una página web?
Es probable que no logremos colectar respuestas a todas estas preguntas, ya que algunas de ellas son confidenciales y nuestros potenciales competidores lo guardarán para uso exclusivo.
No obstante, en la medida en que logremos ir entrando en confianza con los mismos (y mejor aún si desconocen acerca de nuestra intención de montar un negocio similar), podremos recabar un mayor cúmulo de información posible que nos ayudaría a estructurar un esquema mejor elaborado antes de iniciar tal o cual emprendimiento, pues no olvidemos que estamos por incursionar en un mercado estrecho, pero cada vez más “peleado” y competitivo como es el nuestro donde todo es muy dinámico y cambiante.
Una vez que decidamos insertarnos dentro del rubro de negocios elegido, debemos mantener un monitoreo continuo de nuestros principales competidores, puesto que hoy día el trabajo en equipo, la constante innovación, creatividad y el concienciarse de la importancia de que tenemos que reinventarnos las veces que sea necesario para que podamos mantenernos rentables y competitivos constituyen aspectos primarios de todo buen emprendedor.