Ser cristiano bíblico (de hecho, no hay otra manera de ser cristiano) es tener una cosmovisión bíblica, o sea, mirar el mundo y toda su realidad desde la verdad bíblica.

-Todo cristiano debería estar seguro de que la Biblia es la Palabra de Dios inerrante y autoritativa.

-Todo cristiano debería creer que la Biblia es confiable de principio a fin, hasta en una tilde (Mateo 5:18).

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Por lo tanto, la Biblia es el filtro por donde debemos pasar y someter toda supuesta verdad.

Si estos principios no dominan todos los aspectos de tu vida, puede que no seas realmente un cristiano, o que seas un cristiano famélico y sin profundidad, en el mejor de los casos.

Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, tenemos un montón de pasajes que nos hablan de la autoridad de las Escrituras para todo el mundo, en especial para los creyentes. El libro de 2 Timoteo 3:15-17 dice: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Las Escrituras, dice el apóstol Pablo, le han hecho sabio para la salvación por la fe, o sea, le han dado la sabiduría necesaria para entender el glorioso y supremo plan de salvación de parte del único y sabio Dios para con la humanidad. Sin ese conocimiento estaríamos perdidos. Los seres humanos aprendemos el camino de la salvación gracias a la Biblia. La Biblia es el alimento espiritual para el verdadero creyente, es leche para el nuevo y alimento sólido para el crecido, la Biblia alimenta y da sabiduría de continuo al que la estudia.

Dice que “toda la Escritura es inspirada por Dios”. No dice que parte sí y parte no, o que esto lo puedo creer y lo otro no, o que esto se acomoda mejor a mi situación y lo tomo, pero lo otro lo desecho, o que esto cuadra más para la mentalidad moderna y esto no. Es “toda” la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es “útil” para: enseñar, redargüir y corregir.

Por enseñar o “insignãre” o “señalar” que significa “instruir, doctrinar, amaestrar con reglas y preceptos”, o “dar advertencia, ejemplo o escarmiento que sirva de experiencia y guía para actuar con sabiduría”.

La Biblia es útil para reprender o corregir. Al leer la Biblia, esta nos habla de forma directa en todas las áreas que necesitamos corrección o reprensión para caminar el camino recto.

También es ideal para refutar errores o responder al tentador (como en la tentación de Jesús en el desierto donde confrontó al diablo diciéndole: “Escrito está”).

El vivir una vida cristiana no es solo vivir una vida moralmente sana o tener ciertos cultos y ritos, es vivir según una “visión cristiana”, o sea, “que la Palabra de Dios, correctamente entendida, se establece con firmeza como fundamento y autoridad final de todo lo que sostenemos como verdad” (Piense conforme a la Biblia, pág. 19).

Cuando tenemos una visión correcta de la Biblia, ella misma debe establecer de principio a fin todo lo que creemos, debería gobernar nuestros criterios y quehaceres. Debería marcar nuestro estilo de vida. Es por eso que tener una visión bíblica es el punto de partida y final de todo lo que es definitivo en el desarrollo de una visión cristiana.

Muchos cristianos piensan, hoy día, que la Biblia no es suficientemente moderna, sofisticada o práctica para los desafíos actuales, y eso es un enorme engaño.

Tenemos que reconocer que la existencia de tantos matrimonios fallidos, adulterios, separaciones, hijos rebeldes alejados de la fe o viviendo mundanamente es fruto de haber abandonado la Palabra de Dios a causa de la dureza del corazón.

Déjanos tus comentarios en Voiz