Las sanciones del gobierno de los Estados Unidos generan un enorme perjuicio económico a uno de los grupos empresariales que directamente emplea a unas 7.500 personas y 40 mil en forma indirecta. Pero electoralmente contribuye a la unidad de los colorados que sienten la intromisión del país del norte en asuntos internos.

El gobierno de Biden quiere dar el último empujón a una Concertación que no despega, que no entusiasma porque tiene un liderazgo desgastado, poco creíble. “Es una mezcla de agua y aceite”, nos dice el ex ministro Gustavo Leite, sobre todo cuando ve que la Concertación pacta con la Federación Nacional Campesina y Patria Querida. Este último pactó con los que promueven la invasión de tierras y conste que ellos promovieron una ley en contra de estas invasiones.

Durante cuatro años y medio, toda la oposición se pasó hablando de Horacio Cartes y el Gobierno se pasó buscando formas de sacar a Cartes de la cancha, pero se olvidaron de la gente. Todo lo que hoy sucede refuerza la idea de que se debe trabajar en los problemas reales de la gente, en cortar los gastos superfluos, en poner remedios en hospitales públicos, en la alimentación escolar, en el equipamiento en la escuela y en mejores sueldos para los médicos. Pero hoy, toda la oposición y gran parte de la prensa está distraída con el anuncio irresponsable de la embajada en liquidar a Cartes, mientras en la calle siguen los problemas de la gente sin ser resueltos.

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Llamativa forma de anuncio de la embajada. Un día antes hubo una sanción utilizando uno de estos elementos de las leyes americanas sobre uno de los ex presidentes de Panamá por Twitter. No hubo una conferencia de prensa magistral de varios minutos en el horario de los noticieros. ¿Por qué Panamá vía Twitter y para Paraguay dan un show mediático? Y sobre todo un show mediático en donde el principal exponente del show repite cinco veces: “No tiene nada que ver con la política”. Termina confesando que es precisamente eso, “una cuestión política”.

Leite dice que la temporalidad de la declaración lleva una connotación política y la desesperación de polarizar, entonces quieren lograr un todo contra Cartes, pero lo que no están contemplando es que la gente dice que en la época de Cartes había trabajo y bajó el combustible, entonces el relato no va a pegar.

La muestra del relato falaz fue la supuesta vinculación de Cartes con el Hezbolá. El ex presidente estuvo en Israel cuando asumió en su momento Netanyahu y es imposible admitir que este grupo de investigación Mossad no se haya percatado de nada. ¿Es creíble que un supuesto colaborador de alguien cercano a Hezbolá le dejará pisar Israel? Esto está absolutamente fuera de lo lógico, es evidente que hasta al Departamento de Estado del país más poderoso de la tierra le pueden vender pescado podrido y pueden llegar a comprar.

El otro aspecto llamativo es que dejan la puerta abierta con la historia de que en ocho meses un nuevo embajador o una nueva administración en la Casa Blanca diga que se equivocaron y todo transcurre para ellos como nada hubiese pasado. Pero nadie devuelve a las víctimas el daño y el perjuicio generado.

Los partidos políticos deberían dejar de preocuparse por lo que hace el Partido Colorado y deberían pedir pruebas a la embajada de las acusaciones. También leer que la ciudadanía quiere que la hija de ña Juana que se acaba de recibir en la facultad encuentre trabajo, que el hijo de don Pedro que fue al hospital encuentre placa para tener radiografía.

Si con todo esto la Concentración no gana, esta clase política y gran parte de la prensa se van a enterrar en el ridículo. Paraguay necesita concentrarse en los problemas de la gente, no en liquidar a un grupo empresarial que da lo que el país necesita: trabajo. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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