- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
“UN GOBIERNO CONTRA LA GENTE”, es la mejor definición de la línea de acción y pensamiento de una de las peores administraciones gubernamentales desde el 2 y 3 febrero de 1989: la de Marito. Abrazó fanáticamente las obras públicas tipo “elefantes blancos”, al punto de regalarle un puente –Héroes del Chaco– a su amigo y socio Conrado Hoeckle por US$ 140 millones. Y se olvidó de la educación, la salud, la vivienda social, las víctimas del covid-19, y de la ciudadanía. Eso sí, contó con la complicidad de políticos, empresarios, gremios productivos y comerciales, consultoras, economistas, sociólogos, prensa “libre, pero no independiente, mercenaria y chantajista”, y organismos financieros multilaterales. No estoy en contra de las obras públicas, siempre que se conserve el equilibrio en la satisfacción de las otras necesidades sociales, no privilegiando a un sector (casi 80%), ni forzar un endeudamiento de casi 7.000 millones de dólares (+85%), acercándonos velozmente al 40% en cuanto al peso sobre nuestra economía, y en consecuencia desequilibrando el presupuesto fiscal (déficit -3,7% a noviembre).
Es imperdonable el haber negado recursos a obras de infraestructura y de equipamiento para “civilizar” las escuelas y los colegios públicos y “humanizar” la enseñanza a niños, adolescentes y jóvenes, aprovechando la ausencia física en el tiempo de la pandemia, para movilizar gente, maquinarias, equipos, creando puestos de trabajo e ingresos en una cantidad muy superior a los “elefantes blancos” y beneficiando mejor a la economía. Lean lo siguiente: “La vivienda y la ciudad son motores para la reactivación económica, la disminución de brechas sociales y ambientales e instrumentos para una recuperación transformadora”. Y “En América Latina y el Caribe, la región en desarrollo más urbanizada del planeta, la vivienda y la ciudad son motores para la reactivación económica, la disminución de brechas sociales y ambientales e instrumentos para una recuperación transformadora, coincidieron autoridades reunidas en la XXXI Asamblea General del Foro de Ministros y Autoridades Máximas de la Vivienda y el Urbanismo de América Latina y el Caribe (Minurvi), que se inauguró hoy en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en Santiago, Chile”. El Foro Minurvi “es para construir capacidad de cuestionar la ciudad para transformarla, de repensar cómo queremos vivirla y también ser capaces de permitir otras formas de hacer ciudad”. José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, por su parte, recordó que América Latina es la región en desarrollo más urbanizada del planeta, con el 82% de su población viviendo en ciudades, con 8 urbes de más de 5 millones de personas y 45 que superan 1 millón de habitantes. Pese a su importancia, advirtió, los recursos asignados desde el gobierno central al sector vivienda disminuyeron en promedio en la región hasta representar el 0,61% del PIB, nivel inferior al registrado hace una década.
Subrayó que la vivienda puede generar reactivación y dinamismo para la actividad económica y el empleo en un marco de sostenibilidad. Precisó que la Cepal ha estimado que un aumento de 1% en el crecimiento del sector de la construcción conlleva a una expansión de 0,07% de la tasa de crecimiento del PIB per cápita. José Manuel Salazar-Xirinachs precisó que el costo de construcción por metro cuadrado ha subido 23% entre junio del 2021 y enero del 2022, alza que tiene un serio efecto regresivo que conspira contra la posibilidad de adquirir, construir o mejorar soluciones habitacionales. “Si a ello sumamos los elevados niveles de pobreza, informalidad laboral y la desaceleración del financiamiento hipotecario, concluimos que el escenario probable para los próximos años es de una expansión de los asentamientos precarios en nuestra región, más allá del 17,7% de población urbana que al 2020 vivía en barrios marginales”, expresó.
“Las urbes deben convertirse en instrumentos de redistribución e inclusión, garantizando el acceso a servicios y espacios públicos de calidad y con seguridad. La localización de la vivienda y el rol de la movilidad sostenible son fundamentales”, concluyó Salazar-Xirinachs. Por su parte, Reina Irene Mejía, presidenta interina del BID, señaló que las ciudades son el corazón de nuestros países y contribuyen con más del 70% del PIB regional; sin embargo, 2 de cada 5 habitantes viven en una vivienda precaria y 1 de cada 5 vive en asentamientos informales. “Esto es inaceptable y debe cambiar”, afirmó. Fin. Marito no abrazó el cerebro, sino a la piedra. Presidente cavernícola. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.