- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
Los niveles de desocupación a nivel país siguen siendo elevados y preocupantes, pues dentro de la franja etaria contamos con una población mayoritariamente joven en edad económicamente activa, que por diversos motivos no puede acceder a fuentes de trabajo.
Cuando se realizan las ferias de empleos se puede observar la cantidad de jóvenes ávidos por conseguir un empleo, muchos de ellos con formación académica terciaria que en el afán de poder laburar aceptan incluso posiciones de niveles por debajo a su perfil y potencial.
La tecnología y los procesos digitales ya son parte de nuestra vida cotidiana, donde la pandemia sanitaria puso al relieve la necesidad de que seamos más innovativos, creativos y el espíritu de poder reinventarnos permanentemente, más aún en nuestro país en que el mercado doméstico es estrecho y cada vez más competitivo en los diferentes segmentos de negocios.
Vemos con satisfacción que cada vez son más los emprendedores que se incorporan al mercado, y pymes que están en “plena carrera”, pero que precisan ser formalizadas y con una mejor estructura organizacional, que le permitan poder ser sujetos de créditos dentro del sistema financiero formal para la cobertura de sus necesidades de capital de trabajo.
Siguen siendo las mayores generadoras de fuentes de trabajo a nivel mundial y en nuestro país, a pesar de las limitaciones de nuestro mercado, queda aún mucho por hacer y avanzar.
Precisan de un mayor apoyo de nuestras autoridades en el manejo de políticas de ventas, cuentas a cobrar e inventario, políticas de marketing, logística, educación financiera, acceso al crédito, entre otros, que les permitan crecer y diversificarse mucho más, orientándolos acerca de los beneficios de poder segmentar sus mercados de ventas.
Dentro del sector de agri-business contamos con plantas industriales con tecnología de punta y muy buena capacidad productiva, pero que hasta ahora siguen trabajando a capacidad ociosa, debiendo nuestro gobierno fijar una política que les permitan contar cada año con el stock necesario de materia prima para su procesamiento y valor agregado, orientados a la obtención de precios de ventas más remunerativos y que puedan generar más fuentes de trabajo.
A nivel país tenemos operando a varias empresas maquiladoras con un buen tren de evolución, habiendo generado hasta ahora miles de fuentes de trabajo y varias otras que tienen ganas de venir a instalarse aquí.
Las ventajas impositivas ofrecidas a los potenciales inversionistas constituyen uno de “los ganchos” para que podamos ir incorporando más inversiones de este tipo por la gran capacidad generadora de empleo que poseen.
Esperemos que el próximo gobierno pueda abocarse de lleno a la captación de más inversiones extranjeras, evitando de ser posible que sigan concentrándose en más del 50% en el departamento de Alto Paraná, buscando alternativas para que puedan estar ubicadas en forma más atomizadas geográficamente, lo cual permitiría que miles de jóvenes puedan trabajar en las mismas sin necesidad de tener que migrar a otras ciudades lejos de sus hogares.
Precisamos de un apoyo técnico y profesional dinámico y bien direccionado que nos permitan a partir del próximo año poder fortalecer de nuevo nuestro desarrollo macro y microeconómico, que se constituyen en estos momentos en una de las necesidades perentorias a nivel país, ya que con ello podríamos ir superando las franjas de pobreza y extrema pobreza que se observan constituido en uno de nuestros mayores males en los últimos años.
En la medida en que nuestras empresas y empresarios puedan ser apoyados cualitativa y cuantitativamente, están en condiciones de incrementar la capacidad de producción de sus organizaciones, debiendo ser una de las prioridades de la próxima administración gubernamental que muchas de ellas puedan no solo seguir trabajando para satisfacer las necesidades de nuestro mercado doméstico, sino ir creciendo hacia afuera, con lo cual estaremos contribuyendo al fortalecimiento de la gestión económica-financiera de las mismas, y a la consecución de un mayor flujo de ingresos de divisas que fortalezcan a nuestra balanza comercial que ha sido deficitaria en lo que va de este año.