Visiblemente molesto por la canción “Marito se va…” que corean en los actos políticos del candidato presidencial Santiago Peña, el presidente Abdo respondió con la frase de otra canción “...la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Detrás de esta reacción de Abdo hay varias lecturas.

Lo primero es que denota, como siempre, su habitual pichadura al punto de salir a responder sobre la canción que le dedican quienes están hartos de su gobierno. Lo segundo es que genera una duda acerca de lo que se trae entre manos. En una situación de desesperación como en la que se encuentra, es capaz de cualquier cosa. Abdo sabe que se le viene la noche, no solamente con su eventual derrota en las internas del 18 de diciembre, sino que al dejar el poder, las trapisondas de su gestión saldrán a la luz.

Por eso ese afán, a cualquier costo, de acelerar todo el proceso de selección de fiscal general del Estado, que tiene básicamente dos pretensiones concretas, por supuesto, con el aval de la oposición (Efraín, Desirée y un sector del Frente Guasu).

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Abdo no quiere solamente un fiscal general que le brinde impunidad, sino que a partir de ahora pueda utilizarlo para erosionar, a como dé lugar, a su adversario político (Cartes). La hoja de ruta trazada por el oficialismo es la siguiente. Un fiscal general designado antes de las internas. El Consejo de la Magistratura, con Óscar Paciello a la cabeza, montó el circo del proceso de selección, cuando en realidad todo ya está cocinado. ¿Por qué antes de las internas? Por dos razones; la primera, Abdo sabe que el escenario político post internas será distinto. Los senadores que deben votar por el elegido del Presidente necesitan efectivo para el día D, entonces son capaces de recibir hasta dinero del narcotráfico (negocio consolidado en este gobierno). Lo segundo, después de las internas, estos senadores ya no querrán seguir pegados al oficialismo, por la eventual derrota del 18 de diciembre.

Una vez consumada la elección de fiscal general, el elegido deberá asumir el 11 de marzo del próximo año, pero antes ya buscarán, con promesas de ascensos y cargos en la fiscalía, ir generando imputaciones al entorno del adversario político a vencer, es decir Honor Colorado. Esta pretensión es acompañada por la oposición obviamente.

Abdo no quiere que el cartismo gobierne y está dispuesto a que su partido político (ANR) pierda las elecciones con tal de satisfacer su capricho y su pichadura. Este es el plan del oficialismo, la oposición y un sector de la prensa.

Es más, para poder convencer y asegurar el apoyo de la oposición, el Frente Guasu en particular, arrancaron la operación político-mediática para tumbar a Antonio Fretes de la Corte Suprema de Justicia y acelerar la vacancia a fin de usarla como moneda de cambio. La fiscalía para Marito y un ministro de Corte para la oposición.

La campaña contra Fretes no es precisamente con el fin de depurar el Poder Judicial, sino que responde a una operación política. Fretes se va nomás luego en marzo del próximo año. A Fretes lo salvaron del juicio político no porque defienden sus actos como ministro de Corte, que es de público conocimiento, sino porque no se prestaron a la operación montada. Si en realidad existe un plan de depurar la justicia, además de Fretes, hay otros ministros que deberán ser enjuiciados, quienes utilizan a sus hijos o sus estudios jurídicos satélites para operar.

“La vida te da sorpresas…” dice Marito, tal vez dé sorpresas, de Abdo se puede esperar cualquier cosa, imagínense el poder económico que debe tener al permitir que el narcotráfico mueva en los últimos años US$ 25 mil millones. Con este volumen de dinero se compra todo. Desde el Presidente de la República para abajo. ¿Qué se trae Marito? Desde un tremendo fraude hasta un crimen político. Su lema: mata o muere (políticamente hablando). Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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