- POR ISMAEL CALA
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Ejercitar nuestro cuerpo va mucho más allá de mantener un buen estado físico, ya que generar un estado de bienestar integral arropa también a nuestra salud mental. El deporte o cualquier entrenamiento conduce a la liberación de endorfinas, las cuales son neurotransmisores que nos ayudan a sentir un efecto de placer y bienestar.
En pocas palabras: hacer ejercicios con frecuencia nos ayudará a tener una visión de la vida mucho más optimista. Pero a pesar de ser conscientes de ello, a muchas personas les cuesta tomar el hábito de hacer deportes, o al menos caminar por un período de tiempo de forma cotidiana.
¿Entonces, cómo podemos hacer para ayudarnos a vencer el desgano?
Ejercítate de forma paulatina. Los grandes cambios de rutina siempre deben iniciarse poco a poco, porque de lo contrario prontamente estaremos cayendo en el aturdimiento que nos llevará a claudicar, así que en vez de querer abarcar todo desde un principio, comienza sumando pocos minutos al día de forma semanal, de esta manera, tu cuerpo y en especial tu cerebro se adaptarán de mejor forma a la nueva actividad.
Celebra cada pequeño paso. Nuestro cerebro es un órgano que se programa con rutinas y recompensas; por tanto, celebrar cada vez que logres un nuevo objetivo, por muy pequeño que este sea, le llevará a querer más para obtener el premio que tanto quiere para sentir placer: dopamina.
Realiza actividades deportivas con otras personas. Otra manera de mantener tu buena actitud arriba es uniéndote a otras personas que también practiquen deportes o que hagan las mismas rutinas de ejercicios que tú, para que entre todos se acompañen y se motiven a continuar.
Así que aprovecha nuestra cualidad de ser sociales para ponerte de acuerdo con algún familiar o amigo, y si nadie quiere unirse, no te preocupes porque bien sea que te hayas inscrito en un gimnasio, que practiques alguna actividad en concreto o que simplemente hagas ejercicios en algún área al aire libre, seguramente podrás conocer a otras personas que están en la misma situación que tú.
Sin importar el tipo de rutina que realices, incluso algo tan sencillo como caminar o bailar un par de minutos al día en casa, puede ser de gran aporte para tu bienestar físico y emocional. Todo suma.