“Duele decirlo, pero hay que decirlo”

El precio del dólar se movió en octubre pasado, entendemos por factores internos y externos. Pero se movió, después de meses de mucha estabilidad –casi quietud– en alrededor de 200 guaraníes con respecto a setiembre: final de G. 7.091,39, según la serie del dólar referencial que maneja el Banco Central del Paraguay (BCP). En octubre la cotización máxima fue de G. 7.287,04 (jueves 27). Es decir, estamos hablando de un encarecimiento del 3%, aproximadamente. ¿Es mucho, aceptable, poco? En verdad diría que es realista teniendo en cuenta el escenario local e internacional, en este último con un dólar muy fuertemente valorizado, en gran parte por la constante suba de la tasa de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), con un nivel actual del 3%/3,25% después de haber estado prácticamente en 0%/0,25%, y con las miradas puestas en la decisión que tome la FED a mediados de este mes de noviembre.

Esto, además de mejor rendimiento de los bonos federales, chupa dólares de los países “en desarrollo” (que buscan seguridad y rentabilidad a la vez), como es en nuestro caso, encarece el financiamiento internacional que necesitamos si de emitir bonos soberanos se trata, lo que acarrea “convulsiones” en la estabilidad del precio del dólar en la región, como ejemplo, y obliga a los bancos centrales a subir sus respectivas tasas de interés locales para cuidar sus respectivas monedas.

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El año pasado finalizamos diciembre con una cotización del dólar en G. 6.885,79 y al terminar octubre del 2021 el precio estaba en G. 6.904,76. Es decir, nos enfrentamos con encarecimientos del 5,8% (+G. 401) y del 5,5% (-G. 382) respectivamente. ¿Es mucho, aceptable, poco? Si tenemos en cuenta que estamos con una inflación actual del 9,3% interanual a setiembre (11,8% en abril), con una economía que no caería como inicialmente se pronosticaba (0,2% para el BCP) lo que implica mayor movimiento económico, la caída de las exportaciones registradas en 5,4% y las importaciones con un aumento del 25%, un nivel de reservas internacionales de 9.439 millones de dólares, un BCP que vendió al sector privado 708,2 millones de dólares a setiembre y otros 50 millones en octubre, cuando el año pasado vendió en igual período 1.235 millones de dólares, diría que estamos más en el terreno de lo aceptable. Pero claro que todo encarecimiento del dólar nos afecta de manera diferente. Ahora se sumaría otro factor, el de otra suba de precios de los combustibles, con su impacto inflacionario al carcomer del poder de compra de los consumidores y subir los costos de los proveedores. Y cuando el guaraní pierde valor ante el dólar no son pocos los que adelantan sus compras de dólares por compromisos financieros contraídos, mientras otros por precaución, se resguardan en la moneda yankee. Y no nos olvidemos de los impactos negativos de una contienda electoral con más suciedad que incertidumbre. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.

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