”Mientras Marito sea presidente, la ideología de género no va a entrar en nuestro sistema educativo”, respondió el Presidente cuando le consultaron acerca de la movilización ciudadana contra el plan de Transformación Educativa.
Minutos después, el mismo Mario Abdo minimizó la convocatoria ciudadana al señalar que se trató de una escasa concurrencia de empleados de Tabesa. Otra muestra más del desequilibrio emocional que tiene este hombre que dice gobernar el Paraguay.
Y parafraseando al mandatario, mientras Marito sea presidente, vamos a seguir siendo el país donde se acopia la cocaína y se envía por toneladas a los países europeos bajo la mirada cómplice de las autoridades de control.
Mientras Marito sea presidente, vamos a seguir aumentando el número de pobres como está sucediendo hoy por la ausencia de políticas de generación de empleos y reactivación económica.
Desde el 2003 hasta el 2018 la curva de la pobreza fue en descenso; sin embargo, desde que llegó Abdo al poder esa curva volvió a subir y hoy tenemos en el país 300 mil nuevos pobres, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Mientras Marito sea presidente, vamos a seguir prostituyendo las instituciones del Estado para que operen al servicio de los intereses particulares del mandatario como garrote a sus adversarios políticos. Ejemplo, Seprelad, BCP, Aduanas, Secretaría Anticorrupción, BNF, Dinac y otras.
Mientras Marito sea presidente, vamos a seguir priorizando el asfaltado de rutas antes que la construcción de viviendas sociales, y así la empresa Aldia SA, importadora de asfalto y cuyo dueño es Abdo, seguirá aumentado su facturación que de un promedio de US$ 5 millones año, en su gobierno pasó a facturar US$ 70 millones.
Omar Villalba, de la Asociación de Oleros de Tobatí, dijo “de qué nos servirán tantas rutas asfaltadas si lo único que vamos a transportar es miseria”. Los tobateños están desesperados, la nula producción de los oleros está convirtiendo a esa localidad en una ciudad fantasma.
Mientras Marito sea presidente, el contrabando seguirá destruyendo a la industria nacional. Siempre hubo contrabando por la situación económica fluctuante de nuestros vecinos, pero nunca se alcanzaron estos niveles. El descontrol y la nula reacción de quienes deben actuar permitieron que todos los rubros se vean afectados.
Mientras Marito sea presidente, seguirán las amenazas de entrega de la soberanía y los patrimonios del Estado. Ya lo quisieron hacer con Itaipú, Petropar, Dimabel y ahora con Vox-Copaco. La angurria de este gobierno no tiene límites ante la mirada cómplice de la prensa amiga.
Mientras Marito sea presidente, el país se seguirá endeudando sin que eso se traduzca en resultados para la gente. Los US$ 2.200 millones otorgados en la pandemia se dilapidaron sin ningún control y hoy seguimos padeciendo un débil sistema sanitario incapaz de responder a las urgencias ciudadanas.
Los paraguayos necesitamos que Marito deje de ser presidente y su gavilla abandone el poder. Nos urge apostar por un proyecto político que establezca una hoja de ruta para reconstruir lo que Abdo destruyó. Nos urge apostar por un proyecto que no anteponga su odio o pase de facturas políticas sino anteponga los intereses de la gente. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.